En un comunicado, el Ayuntamiento ha advertido que el impago por parte del Govern es «insostenible» a corto plazo, ya que la deuda ha ido creciendo en los últimos años y crea tensiones de tesorería.
Para el consistorio, si la Generalitat no salda la deuda pondrá en peligro el compromiso de pagar las facturas a 30 días, a pesar de ser una administración solvente que paga a los proveedores municipales a 40 días.
Asimismo, el Ayuntamiento lamenta la falta de un calendario en los pagos por parte de la Generalitat, lo que dificulta la previsión financiera a medio plazo, que se suma al hecho de tener que financiar la deuda actual.
«Es intolerable que los ayuntamientos tengamos que financiar con nuestros recursos los impagos de la Generalitat», ha criticado Ballart, quien ha pedido a la Generalitat que adquiera un compromiso firme de liquidar la deuda pendiente con unos plazos claros.
Ballart también ha considerado grave que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no haya respondido a su petición de reunión tras su nombramiento, un silencio que para el alcalde «demuestra la falta de sensibilidad hacia los problemas reales de la ciudadanía» y hacia el esfuerzo que las administraciones locales hacen para salir de la crisis.
Según el Ayuntamiento, la deuda de la Generalitat con el consistorio corresponde principalmente a servicios sociales, de educación, de fomento del empleo y de vivienda, así como al fondo de cooperación local, al plan de barrios de La Maurina, al programa de continuidad del distrito 2, las obras de la nueva sede del Archivo Comarcal y al Centre d’Art Escèniques de Terrassa.)