El Partido Socialdemócrata alemán (SPD) expresó hoy su «respeto» por la renuncia de su líder, Martin Schulz, a ser el ministro de Exteriores en la próxima gran coalición de Angela Merkel, decisión que se ha producido en medio de presiones internas de la formación.
«Todos sabemos qué difícil ha sido para él tomar esa decisión. Eso muestra una considerable talla humana», apuntó la jefa del grupo parlamentario, Andrea Nahles, quien el pasado miércoles fue designada por el propio Schulz para sucederle al frente del partido.
El secretario general del SPD, Lars Klingbeil, destacó por su parte que Schulz ha antepuesto los intereses del partido a su propia ambición por ocupar ese puesto, en el que pensaba trabajar con el «objetivo prioritario de impulsar la política europea», lo que merece «nuestro respeto».
Schulz anunció hoy su renuncia a ser ministro de Exteriores de Alemania y a ocupar cualquier otro cargo en la nueva gran coalición de la canciller Merkel, y expresó su esperanza de que con ello se ponga fin a los debates personales internos en el SPD.
Esta renuncia se produce en medio de las críticas internas en el SPD a su designación y tras haber anunciado ya el propio Schulz el miércoles, tras presentar el pacto de coalición, que dejará próximamente la presidencia de esa formación a Nahles.
A la designación de Schulz como futuro ministro de Exteriores había respondido su actual titular y exlíder socialdemócrata, Sigmar Gabriel, con una dura crítica y acusaciones de haber roto la palabra de mantenerle a él en el cargo.
«Es lamentable comprobar hasta qué punto se ha perdido el respeto entre nosotros, los socialdemócratas, y lo poco que vale la palabra dada», afirmó Gabriel en declaraciones al grupo mediático Funke, en relación a la asignación de ese puesto para Schulz.
Gabriel aspiraba a seguir al frente en Exteriores, pero no tendrá previsiblemente ningún cargo en el nuevo Gobierno de Merkel, en el que al SPD le corresponderán seis ministerios, entre ellos Finanzas y Trabajo, además del de jefe de la diplomacia alemana.
Hasta principios del año pasado, Gabriel lideró el SPD, pero cedió ese puesto y el de candidato a la Cancillería a Schulz, por considerarse entonces que éste tenía mejores opciones contra Merkel en las elecciones generales del pasado septiembre.
A las críticas públicas de Gabriel se habrían sumado fuertes presiones desde la agrupación del SPD en el «Land» de Renania del Norte-Westfalia, el más populoso del país y donde el partido tiene mayor peso, donde asimismo se pedía la renuncia de Schulz, según medios alemanes.