El presidente de Chile, Sebastián Piñera, instó hoy al gobernante boliviano, Evo Morales, respetar «la verdad» y el derecho internacional en relación con la detención de tres soldados bolivianos en territorio chileno.
«Quisiera hacer un llamado al presidente Morales a actuar con mayor respeto por la verdad y el derecho internacional», dijo Piñera en una declaración en el Palacio de la Moneda, en la que advirtió que en Chile siempre se protegerá «el orden jurídico y el Estado de derecho».
Los tres soldados, por cuya detención Morales protestó ante la ONU y a quienes consideró unos «héroes», fueron arrestados portando armamento reglamentario en territorio chileno el pasado 25 de enero y se espera que hoy declaren ante la Fiscalía.
Según Bolivia, los soldados ingresaron inadvertidamente en el vecino país durante una operación contra el contrabando de automóviles, un delito frecuente en esa frontera.
Morales ha acusado a Chile de utilizarlos como «rehenes políticos» en represalia por la reivindicación boliviana de obtener una salida soberana al mar, ya que Bolivia perdió en beneficio chileno su extenso litoral en la Guerra del Pacífico, a fines del siglo XIX.
Además, Bolivia asegura que en la zona donde se produjo el incidente la frontera no está claramente señalizada y que en el momento en que ocurrió unos agentes de Carabineros de Chile dejaron libres a los supuestos contrabandistas.
En su declaración, convocada expresamente para pronunciarse sobre este asunto un día después de reincorporarse al trabajo tras sus vacaciones de verano, Piñera manifestó su «indignación» por las acusaciones del Gobierno boliviano contra ese cuerpo policial.
Así, el mandatario rechazó «de forma muy categórica, y con una cierta indignación, las infundadas e irresponsables insinuaciones o acusaciones» de autoridades bolivianas sobre un supuesto «involucramiento» de Carabineros con el contrabando en esa zona.
Piñera también subrayó que el límite en la zona donde se produjeron los arrestos «se encuentra claramente delimitado y, en consecuencia, los soldados bolivianos que presuntamente resguardan esa frontera conocen o debieran conocer ese límite».
Recalcó que entrar de forma ilegal a Chile y, además, portando armas, es un delito, y defendió que la actuación de Carabineros, de la Fiscalía y del Poder Judicial «se ha ajustado estrictamente a derecho» y a las normas internacionales.
Piñera consideró más bien que «ha sido la falta de colaboración de la defensa de los soldados bolivianos lo que ha impedido una solución más pronta» a este caso, que se ha ido complicando con el paso del tiempo.
En ese sentido, apuntó que hasta ahora solo uno de los soldados ha querido declarar. Se espera que los otros dos lo hagan hoy ante la Fiscalía en la ciudad norteña de Iquique. «Espero que a partir de hoy un cambio de actitud permita una solución a este problema», señaló Piñera.
«Más allá de estas situaciones y problemas que ya se han hecho recurrentes, Chile mantiene una actitud de diálogo y de buena voluntad con todos los países vecinos», zanjó Piñera.
Varios parlamentarios opositores han cuestionado al Gobierno chileno porque este caso llegó hasta la Justicia, en lugar de haberse optado por la rápida expulsión de los soldados, como ha ocurrido otras veces.
Algunos analistas atribuyen en parte ese cambio de estrategia a que estos incidentes se repiten con relativa frecuencia y a que en 2011, cuando Chile optó por expulsar a 14 uniformados detenidos en un incidente similar, estos fueron condecorados por Morales a su llegada a Bolivia.