En una entrevista concedida a Cadena Cope, recogida por Europa Press, el prelado ha considerado que las cuestiones de familia se enfrentan a «un desafío cultural» y ha incidido en que «es la caridad la raíz e hilo conductor de toda la sociedad».
«Las cuestiones del inicio de la vida o sobre el final de la vida no son privadas sino que expresan cuál es el motor central, el hilo conductor de nuestra sociedad», ha incidido.
A su juicio, que el aborto sea una «cuestión socialmente aceptada» o se dé un debate sobre la eutanasia «sin que haya una demanda social» refleja «una sociedad en la que aparece la cultura del descarte, el relativismo de no tener nuevos principios ni una guía y un norte hacia el que caminar».
Por otro lado, ha defendido que la familia es «la sociedad originaria donde hemos sido personalizados y hemos aprendido a amar» y ha incidido en el hecho de que «en países del norte de Europa se han dado cuenta de que muchos problemas sociales se resuelven cuando se cuida de la familia». «Es una de las grandes medicinas preventivas», ha zanjado.