El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este jueves que vacunarse será obligatorio para todos los trabajadores funcionarios de su Gobierno o de lo contrario, deberán someterse a test regularmente. Además, Biden no ha cerrado la puerta a la obligatoriedad nacional de vacunación en un futuro.
«Vamos a pedir a todos los empleados del Gobierno federal que demuestren su estatus de vacunación», explicó el presidente durante una rueda de prensa desde la Casa Blanca. La medida va dirigida a más de 4 millones de trabajadores federales en Estados Unidos y el resto del mundo. «Si usted quiere hacer negocios con el Gobierno federal, vacune a sus trabajadores», ha sentenciado Biden, que reconoce no saber si puede imponer el mandato a todo el país.
En Estados Unidos solo el 69,3% de la población está vacunada y el país acaba de volver a imponer el uso de mascarillas en las instalaciones públicas federales. Con esta nueva norma, los funcionarios que no puedan presentar el certificado de vacunación de deberán, además de someterse a los test, hacerlo a estrictas normas de distancia social. Ninguno de estos trabajadores corre el riesgo de ser despedido, aseguran desde la administración.
Además, Biden ha propuesto a los estados ofrecer una recompensa de 100 dólares a los que reciban la dosis de la vacuna. El país ha visto muy ralentizado el ritmo de vacunación en las últimas semanas, entre otras cosas, por la propagación de teorías de conspiración por parte de los antivacunas, que ha aumentado las reticencias de los ciudadanos.