El ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, ha tenido que descolgar esta noche el teléfono para llamar al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para comunicarle que el número de refugiados sirios llegados a Turquía en 24 horas alcanzaba ya los 2.500. De al menos 2.700 personas hablaba la emisora turca de noticias NTV que tiene varios enviados en la zona.
Según Davutoglu, en el lado sirio de la frontera se están produciendo intensas operaciones de helicópteros militares, agregó Anadolu.
La Dirección de Catástrofes y Situaciones de Emergencia turca (AFAD) había informado ayer de la llegada de 1.600 refugiados en 48 horas, con lo que ascendió a unos 21.000 el número de sirios acogidos actualmente en campamentos en Turquía, pero la oleada parece haberse intensificado en las últimas horas.
NTV relata que los refugiados llegan cargados de sacos y maletas, en tractores, motocicletas o minibuses.
Desde que el flujo de refugiados empezó en mayo del año pasado, Turquía sigue una política de puertas abiertas y acepta la entrada, sin formalidades y en cualquier punto de la frontera, de todos los sirios que desean salir de su país. Los recién llegados son recogidos habitualmente por camionetas militares o ambulancias y trasladados a alguno de los siete campamentos establecidos en la provincia fronteriza de Hatay, en el sur del país eurasiático.
Más de 8.000 refugiados sirios fueron trasladados ayer a una recién construida «ciudad» de casas prefabricadas en la vecina provincia de Kilis, y hay otra preparada para un número aún mayor en la provincia de Gaziantep, al nordeste de Hatay.