A su juicio, ha quedado claro que el PP piensa utilizar la crisis como «coartada» para un proceso de recentralización de competencias en detrimento de las comunidades autónomas, aunque todavía no se sepa la intensidad de las «cargas de profundidad».
Pero, además, criticó el «silencio» de Rajiy sobre el fin de ETA o sobre otros aspectos como la viabilidad o no de la ley de dependencia. «Son silencios que nos preocupan y que nos llevan de forma inequívoca al voto en contra», confirmó.