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Por un motivo u otro el BDSM ha saltado a la palestra de la actualidad. El libro y la película Cincuenta Sombras de Grey han contribuido enormemente a dar visibilidad a estas prácticas sexuales, que, si bien siempre han estado presentes en la sociedad, nunca como hoy se habían puesto de tal modo en boca de todos.
Otro de los motivos que facilita el acceso al BDSM son las tiendas online que se dedican a ello, como Sexplace. Alejadas del oscurantismo y tabúes de años atrás, ponen al alcance del gran público de un modo elegante y discreto, toda una gama de artículos e información, tanto para los que se inician en este mundo como para los más atrevidos. Si perteneces a este último grupo, puedes ver lo más atrevido aquí.
¿Qué es el BDSM?
Las siglas BDSM hacen referencia a los siguientes términos.
- Bondage: es la técnica más conocida y probablemente la más utilizada. Incluye todos los elementos de limitación de la movilidad en un encuentro sexual. Enseguida vienen a nuestra mente esposas, cintas, cuerdas… Lo cierto es que muchas personas han iniciado el camino del bondage apenas sin saberlo, agarrando a su pareja de forma consentida por las muñecas o los brazos.
- Disciplina.
- Dominación: implica la relación entre el amo y el sumiso. Es un juego de mutuo acuerdo en el cual el amo decide, manda y dispone lo que ha de hacerse.
- Sumisión: el sumiso queda sometido a la voluntad del amo, bajo las condiciones que se hayan acordado previamente.
- Sadismo: el sádico es aquel que obtiene placer humillando, infringiendo dolor o haciendo sentir incómoda a la persona que ejerce el rol de sumiso.
- Masoquismo: el masoquista es quien obtiene placer erótico y sexual al recibir la humillación y el dolor por parte de quien ejerce el rol de amo.
De forma amplia el BDSM se puede definir como un conjunto de intercambios eróticos que incluye diferentes niveles de relaciones de poder.
Principiantes en BDSM
Para aquellos que dan sus primeros pasos en este universo de placer, la seguridad se anticipa como un aspecto prioritario. Uno de las primeros acercamientos que nos permiten adentrarnos con menos reparos es definir las palabras y señales de seguridad. Muchas personas utilizan un código de colores: rojo, verde y amarillo. Las señales deben quedar bien definidas en los casos en que estés sometido a bondage o amordazado.
Otro de los aspectos que deben quedar claros son aquellos referentes a la salud sexual, incluyendo naturalmente los relacionados con prácticas seguras en cuanto a enfermedades de transmisión sexual y cuidado reproductivo, y también los que incluyen los elementos, complementos y juguetes de BDSM, asegurándonos de que hayan sido diseñados para tal fin, bajo altos estándares de calidad y seguridad.
En definitiva, muchas personas se están acercando al BDSM de una forma progresiva y natural , comenzando por introducir técnicas muy intuitivas en sus relaciones sexuales habituales y ampliando progresivamente sus horizontes. Cuanto mejor sea la comunicación y más crezca la confianza y la seguridad en uno mismo, mayor placer se irá obteniendo de este tipo de relaciones sexuales.