Al menos 100 personas murieron este martes en Guta, a las fueras de Damasco tras los intensos bombardeos que está sufriendo el feudo opositor en los últimos días. Las cifras aumentan a más de 250 entre el lunes y el martes. 48 horas de horror que los expertos definen como un posible previo a una fuerte ofensiva gubernamental contra esta zona controlada por los rebeldes pero en la que sigue viviendo población civil que tiene que soportar los ataques de la aviación siria y rusa.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos el domingo murieron 17 civiles y el lunes 127. Estos números se suman las cifras del martes y a los heridos, que ascienden a más de 1.200. Se trata de la situación más grave que vive Guta Oriental, en cuanto a cifra de muertos en un día, desde 2015.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que más de 400.000 personas están atrapadas en el asedio, ya que Al Asad ya ha desplegado fuerzas terrestres que prevén entrar en la zona en los próximos días. El Observatorio Sirio ha señalado que las tropas fieles al régimen estarán lideradas por ‘El Tigre’, que ya ha comandado otras operaciones en las urbes de Alepo y de Deir Al Zur.
Ante esta situación, ¿qué ha cambiado para que la ofensiva haya aumentado?
¿Por qué en Guta?
“Nunca ha parado la violencia en Guta” explica a teinteresa.es Jesús Núñez, el codirector de Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), “el régimen de Bashar Al Assad está intentando eliminar los reductos de resistencia y uno de ellos es Guta”.
La localidad está controlada por los rebeldes, algo que Núñez matiza: “Parece que cuando les llamamos rebeldes ofrecemos una imagen positiva pero son unos impresentables. Estamos hablando de terroristas”. Las fuerzas opositoras no han podido durante todos estos años formar una plataforma política unitaria y tampoco militar por lo que “no hay un interlocutor válido alternativo al régimen”.
La clave del fin de estos enfrentamientos estará en el momento en que Al Assad decida comenzar la ofensiva terrestre algo que “parece inminente” según el codirector de IECAH. Todo parece que el tiempo inclinará la balanza a favor de las fuerzas del Gobierno sirio con el comienzo de la ofensiva lo que no augura mejores noticias.
Cuando los cuerpos militares entren en la zona cesarán los bombardeos por lo que puede ser la “opción menos mala” para la población civil. La ciudadanía se enfrenta a un doble asedio entre las fuerzas gubernamentales y los grupos terroristas que muestran oposición a Al Assad. “La tragedia es para la población civil que está atrapada” añade, pero lo que está claro es que “ambas partes han mostrado que les da igual los civiles. Han violado el derecho internacional humanitario y las reglas de la guerra”.
Lo que parece claro también es que cuando termine Guta la situación se repetirá en otras zonas, “de hecho, ya ha comenzado” dice Núñez. “En Ildib, zonas cercanas a la frontera con Jordania o en el Alto del Golán ya se está intentado repetir esta situación. El objetivo es que estos grupos pierdan y dejen de controlar zonas que están bajo su dominio”.
La ayuda humanitaria no puede acceder
“Estamos especialmente preocupados por la situación de Guta” explica un portavoz de Cruz Roja a esta redacción. La información que manejan es que hospitales, escuelas y personal humanitario están siendo atacados. «66 voluntarios de la Media Luna Roja Siria y 8 de Palestina, que operaban allí, han muerto durante el conflicto” explican.
La Sociedad Médica Siria Americana (SAMS) denunció este lunes, a través de un comunicado, que los hospitales había sufrido en menos de 24 horas siete ataques consecutivos en los que murieron tres trabajadores sanitarios. Las organizaciones humanitarias denuncian las dificultades a las que se enfrentan cada día para poder introducir en la zona ayuda.
“La situación ya era penosa antes del inicio de esta ofensiva y había una dificultad extrema para el acceso a las víctimas por parte de los actores humanitarios. Obviamente, con la violencia actual se hace todavía más difícil” explica Núñez. “Es obvio que como en muchas otras ocasiones, el régimen no tiene ningún problema en castigar a la población doblemente: tanto por su acción violenta como por su obstáculo de la ayuda humanitaria” concluye.
Los niños, de nuevo, viven la violencia de forma diaria. Numerosas organizaciones no gubernamentales afirman que su vida allí es una “sentencia de muerte”. Ante esta situación, y en modo de protesta, UNICEF publicó un comunicado en blanco porque admitía “estar sin palabras” ante las noticias que llegaban desde Guta.