Según el Ministerio de Seguridad Pública, los fallecidos formaban parte de una unidad con la misión de neutralizar a los responsables de incendiar, la noche del miércoles, una escuela en la localidad de Loroni.
Mientras buscaban a los responsables durante una operación de rastreo a la mañana siguiente, los gendarmes fueron atacados en torno a la localidad en Dédougou. Además de los diez fallecidos, otros tres han resultado heridos leves.
«En estas dolorosas circunstancias, el Ministerio de Seguridad presenta sus más sentidas condolencias a las familias de las víctimas, a sus camaradas de armas y desea una pronta recuperación a los heridos», según el comunicado ministerial en Facebook.
La violencia en la samiárida región africana del Sahel continúa activa cinco años después de la intervención francesa en Malí para expulsar a los islamistas.
Burkina Faso se ha visto afectada por esta situación, hasta el punto de que miles de personas han escapado de sus hogares como resultado de ataques y represalias de las fuerzas de seguridad, según la ONG pro Derechos Humanos Human Rights Watch.