La Agencia de Seguridad Nacional había recibido informes de la presencia de un grupo terrorista en un complejo abandonado de la ciudad de El Arish. Cuando los agentes llegaron a la zona, se inició un tiroteo en el que murieron inicialmente siete sospechosos.
Otros cinco perdieron la vida cuando intentaban huir a través de una autopista cercana, en un segundo tiroteo de las fuerzas de seguridad. Además, los agentes también se incautaron de armas, munición y artefactos explosivos en el lugar del primer operativo.
El despliegue se enmarca dentro de la denominada Operación Sinaí, una iniciativa lanzada por el presidente, Abdelfatá al Sisi, y que ha movilizado desde febrero a la Policía y a las distintas ramas de las Fuerzas Armadas. El objetivo es contener la amenaza terrorista en la zona norte y centro del Sinaí, en zonas del delta del Nilo y en el desierto.