Se cumple un año desde que Donald Trump ganó la Casa Blanca. El presidente de Estados Unidos llegó al despacho oval con el objetivo de dar la vuelta a la situación del país y tumbar pilares básicos de su antecesor Barack Obama.
Con un discurso supremacista, xenófobo y racista, Trump ganó unas elecciones marcadas por la polarización de todos los discursos. Desde su llegada a Washington, EE.UU ha tensado las relaciones con Corea del Norte, ha anunciado que quiere abandonar el pacto nuclear iraní (ahora en manos del Congreso) y ha confirmado su salida del Acuerdo de París. Trump ha dado la vuelta a toda la política de diálogo y moderación que llevó a la práctica Barack Obama.
“Ha sido un año un poco caótico” dice José Antonio Gurpegui, catedrático de Estudios Norteamericanos en el Instituto Franklin, “muchas de las promesas que hizo no ha podido llevarlas a cabo”. “Sus promesas estrella, como la reforma sanitaria o el tema de la migración, no ha sido capaz de ponerlas en marcha por la oposición en el Congreso” explica el catedrático.
“Le ha ido bien con los datos económicos: en el paro y en el crecimiento económico está cosechando buenos datos” pero tampoco le ha servido ya que los datos de popularidad de Trump continúan cayendo. Según una encuesta reciente del Wall Street Journal y la cadena NBC, al mandatario lo apoyaban en octubre un 38% de los ciudadanos, mientras que un 58% rechazaba su gestión. “La política de Trump, vista desde lo popular, es un tanto errática” valora Gurpegui.
El presidente no ha podido poner en marcha propuestas clave de su programa pero las próximas elecciones del mes de noviembre que renovarán algunos gobernadores marcarán el futuro de las medidas de Trump. “Con lo que ocurra en esas elecciones se podrá implementar su política o habrán sido simplemente fuegos artificiales”. Otro factor que marcará la posibilidad de que el presidente pueda poner en marcha sus propuestas será la relación con Rusia. “Ahora nos parece lejano, pero la ‘trama rusa’ dará que hablar en los próximos meses” dice Gurpegui.
A la pregunta de si Trump ganará las elecciones, pocos se atreven a hacer pronósticos. “Es un poco difícil la predicción” admite el profesor.