Tillerson comenzará la gira en Austin (Texas), donde pronunciará un discurso en la Universidad de Texas en el que señalará las prioridades del Gobierno de Donald Trump en lo relativo a América Latina.
El mismo 1 de febrero llegará a Ciudad de México para reunirse con el presidente, Enrique Peña Nieto, y abordar la relación bilateral, que pasa por uno de sus peores momentos debido a la insistencia de Trump en que México pague el muro que quiere construir en la frontera para frenar la inmigración ilegal y el tráfico de armas y de drogas.
Dos días después, el 3 de febrero, aterrizará en la ciudad argentina de Bariloche. «Discutirá los intercambios científicos y las prácticas de conservación en el Parque Nacional de Nahuel Haupi» y después se dirigirá a Buenos Aires, donde se entrevistará con el presidente, Mauricio Macri, para hablar de economía y cooperación.
En Lima estará entre el 5 y el 6 de febrero y allí se encontrará con el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski. Se espera que dialoguen sobre «la relación bilateral y regional y otros temas que incluyen la preparación para una exitosa Cumbre de las Américas».
Bogotá será la siguiente parada de Tillerson. El jefe de la diplomacia estadounidense se verá el 6 de febrero con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a quien reiterará el apoyo de la Casa Blanca al proceso de paz y, en concreto, a «los esfuerzos colombianos para abordar el repunte de los cultivos de coca y de la producción de cocaína».
Tillerson cerrará su viaje con una visita a Jamaica. El 7 de febrero se reunirá en Kingston con el primer ministro, Andrew Holness, para tratar «la agenda bilateral y regional de seguridad y energía y los exitosos esfuerzos de reforma económica» de la isla caribeña.
El Departamento de Estado ha apuntado además que, durante su estancia en América Latina, Tillerson pedirá a los líderes regionales que presten más atención a la crisis en Venezuela. Estados Unidos es uno de los países más críticos con el Gobierno de Nicolás Maduro, contra el que ha aprobado varias rondas de sanciones.