Vladimir Putin, ante un concurrido grupo de estudiantes, ha abandonado su habitual perfil conciliador cuando habla del conflicto que Moscú ha desatado en la vecina Ucrania. El presidente ruso ha asegurado que no quiere un conflicto, pero se ha encargado de recordar que Rusia es una de las «potencias nucleares más poderosas».
Ante los alumnos, Putin ha mostrado su lado más belicista, comparando el intento de Kiev de hacerse con el control de las regiones rebeldes con el asedio nazi a Leningrado.
Ha concluido su alocución en un campamento de verano diciendo a los estudiantes que «deben estar preparados para repeler cualquier agresión a Rusia«.
«Los socios de Rusia deberían entender que es mejor no meterse con nosotros», ha sentenciado.
Exige un alto el fuego
Putin reiteró una vez más su llamamiento a las autoridades ucranianas para «poner fin inmediato a las acciones militares, declarar un alto el fuego, sentarse a negociar con representantes del Donbass y resolver todos los problemas acumulados exclusivamente por la vía pacífica».
El presidente ruso, Vladímir Putin, en un gesto conciliador con Kiev tras ser acusado de invadir con sus tropas el este de Ucrania, pidió hoy a los separatistas prorrusos que abran un corredor humanitario para los soldados ucranianos cercados en los últimos días por las milicias rebeldes.
«Llamo a las milicias a abrir un corredor humanitario a los militares ucranianos cercados para evitar víctimas innecesarias y permitirles salir de la zona de combates para reunirse con sus familias, volver con sus madres, mujeres e hijos, prestar atención médica a los heridos», se dirigió Putin a los rebeldes a través de un comunicado publicado esta madrugada por el Kremlin.
El líder ruso apuntó que «las milicias han logrado importantes éxitos al frenar la operación de fuerza de Kiev, que representa un peligro mortal para la población del Donbass (zona hullera que integra las rebeldes regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk) y que ya ha causado enormes pérdidas entre la población civil».
«Debido a las acciones de los milicianos, un gran número de militares ucranianos que participan en la operación militar no de forma voluntaria sino por cumplir órdenes, han quedado cercados», reconoció Putin.
El jefe del Kremlin reiteró una vez más su llamamiento a las autoridades ucranianas para «poner fin inmediato a las acciones militares, declarar un alto el fuego, sentarse a negociar con representantes del Donbass y resolver todos los problemas acumulados exclusivamente por la vía pacífica».
Los separatistas aceptaron a condición de que los ucranianos entreguen sus armas
Los separatistas, por su lado, aceptaron la propuesta de Putin pero a condición de que los soldados ucranianos rodeados entreguen sus armas antes de abandonar la zona de combates.
«Con todo el respeto a Vladímir Vladímirovich Putin, presidente del país que nos ayuda en primer lugar moralmente, estamos dispuestos a abrir un corredor humanitario a las unidades rodeadas con la condición de que entreguen sus armas y municiones para que éstos no puedan ser usados contra nosotros en el futuro», dijo el líder de los rebeldes de Donetsk, Alexandr Zajárchenko.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, denunció ayer que tropas regulares rusas con armamento pesado entraron en territorio ucraniano para reforzar las filas de los separatistas y frustrar la victoria de las fuerzas de Kiev.