«Estoy exactamente donde debo estar, entre los trabajadores de Whirlpool que resisten a esta globalización salvaje, a este modelo económico vergonzoso», ha dicho Le Pen desde la zona de aparcamiento del complejo de Amiens, junto a los piquetes. «No estoy comiendo pasteles con representantes que, en realidad, sólo se representan a ellos mismos», ha apostillado.
Macron, que se encontraba en la cámara de comercio de Somme, ha recriminado a su rival la «utilización política» del conflicto social y ha anunciado que él también acudiría a la fábrica para reunirse con los trabajadores. El líder de En Marche! ha subrayado que «hay que hacer las cosas en orden».
Macron ha advertido de que el proyecto político de Le Pen «no arregla» la situación de la planta y, de hecho, contribuye «a la destrucción de miles de empleos», según el periódico »Le Monde».
Whirlpool ha anunciado su intención de reducir la producción en su planta de Amiens a partir del 1 de junio de 2018 para trasladarla a Polonia. La empresa busca ahora un comprador para la fábrica, en la que trabajan unas 280 personas.