Un comando de 60 sicarios mexicanos se enfrentó el viernes con fuerzas de seguridad que acababan de detener a José Tiburcio Hernández alias ‘El Gafe’ y a cuatro de sus hombres. El Gafe es considerado jefe de una de las tres facciones del cártel del Golfo que pelean por el control total de esta organización.
Los arrestos se llevaron a cabo en la ciudad de Reynosa, fronteriza con EEUU, y la respuesta de los criminales fue desatar un infierno de tiroteos que dejaron tres pistoleros muertos y dos policías heridos.
«Se suscitaron diversos y muy violentos intentos para rescatar a los detenidos«, dijo en una conferencia de prensa Monte Alejandro Rubido, comisionado nacional de Seguridad.
Los tiroteos se desencadenaron en pleno día y se extendieron al menos durante tres horas desatando el pánico entre los habitantes de Reynosa, en cuyas calles retronaban los disparos y se incendiaron vehículos.
«Aproximadamente 60 personas en 15 camionetas» participaron en los 11 bloqueos en las calles, que incluyeron incendios y barricadas con automóviles y autobuses quemados que los sicarios arrebataban a sus conductores, describió Rubido. Los sicarios, armados con fusiles de asalto, también atacaron instalaciones de la fiscalía federal en una céntrica zona de la ciudad, señaló.
En medio de los ataques «los detenidos fueron extraídos de la zona en dos helicópteros. Posteriormente se les trasladó al aeropuerto internacional de Reynosa», ubicado muy cerca del puente fronterizo con Estados Unidos y en un avión de la policía federal fueron llevados hasta Ciudad de México, relató.
El comisionado confirmó que los tiroteos en Reynosa, limítrofe con la estadounidense McAllen (Texas), concluyeron con tres presuntos sicarios muertos y dos policías locales heridos.