El Gobierno macedonio «ha decidido expulsar a un diplomático de la Federación Rusa en la República de Macedonia por el caso Skripal atendiendo al Artículo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961» que permite retirar las credenciales a cualquier miembro de una delegación diplomática.
«El uso de armas químicas militares es una violación del Derecho Internacional y afecta a la seguridad de todos los países», denuncia el comunicado macedonio.
Tras el anuncio, la Embajada rusa en Skopie ha tuiteado que se trata de «una medida excepcionalmente inamistosa e injustificable sin precedentes en las relaciones ruso-macedonias». «La responsabilidad absoluta y las consecuencias son enteramente de la parte macedonia», ha apostillado.