Las IDF han informado de que un proyectil de tipo Grad procedente de la Franja ha caído en campo abierto en los alrededores de Bersheba. Es la primera vez desde la guerra de 2014 que el fuego palestino alcanza este núcleo urbano, ubicado a 43 kilómetros de Gaza.
Horas después, aviones israelíes han efectuado un ataque aéreo sobre el enclave costero. De acuerdo con fuentes médicas citadas por el diario local ‘Jerusalem Post’, al menos cuatro personas han resultado heridas y han sido trasladadas al hospital gazací de Shifa.
Las hostilidades se han reanudado por la tarde a pesar de que un responsable de la Franja de Gaza había asegurado por la mañana que los grupos armados estaban dispuestos a detener los lanzamientos de cohetes hacia Israel si el Gobierno de Benjamin Netanyahu también detenía sus ataques.
Durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) lanzó unos 180 cohetes sobre suelo israelí, de los cuales 30 fueron interceptados por el sistema de defensa aérea del Estado judío, mientras que, de los restantes, la mayoría cayó en campo abierto. Unas 30 personas resultaron heridas, según el último balance.
Las FDI reaccionaron atacando desde el aire unos 150 «objetivos terroristas» en la Franja de Gaza. Como consecuencia de ello, tres personas han perdido la vida, incluida una niña de año y medio.
Esta escalada se ha producido a pesar de que Hamás aseguró el mismo miércoles que las negociaciones indirectas con Israel, auspiciadas por Naciones Unidas y Egipto, se encuentran ya en «una fase avanzada», lo que abre la puerta a una posible tregua entre las partes.
Los esfuerzos de mediación se retomaron a raíz de la última ola de violencia en Gaza, que comenzó el pasado 30 de marzo con las movilizaciones palestinas para exigir el retorno de los refugiados. Desde entonces, los choques entre fuerzas israelíes y manifestantes palestinos han dejado 158 palestinos y un soldado israelí muertos.