El Gobierno de Israel ha criticado duramente este domingo el acuerdo alcanzado entre Irán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido más Alemania) sobre el programa nuclear iraní al acusar a las seis potencias de caer en el «autoengaño» y de «conceder lo que Irán quería exactamente».
El gabinete del primer ministro israelí , Benjamin Netanyahu, se ha desvinculado de este «mal acuerdo» porque «concede lo que Irán quería exactamente, tanto una significativa relajación de las sanciones como la supervivencia de las partes más importantes de su programa nuclear», según ha manifestado un funcionario de la oficina de Netanyahu.
«Lo que se acordado en Ginebra no es un acuerdo histórico sino un error histórico (…) Hoy el mundo se ha convertido en un lugar mucho más peligroso», dijo Netanyahu al comenzar la reunión semanal con su Consejo de Ministros.
Por su parte, el ministro de Finanzas israelí y miembro del gabinete de seguridad de Netanyahu, Yair Lapid, ha declarado que este acuerdo no es mejor que una guerra o una situación de permanente confrontación.
«Nosotros dijimos también que un acuerdo diplomático estaría bien. Un acuerdo diplomático es mucho mejor que una guerra, un acuerdo diplomático es mejor que una situación de permanente confrontación, pero no este acuerdo», ha argüido.
«Estás ahí y chillas hasta que tu cara se queda morada, e intentas entender por qué no están escuchando. El mundo quería un acuerdo», ha proseguido Lapid. Asimismo, el titular de Finanzas hebreo ha dicho que no entiende «qué significa un incremento de la monitorización» de las instalaciones nucleares iraníes.
Otro de los miembros del Ejecutivo de Netanyahu, el ministro de Economía, Naftali Bennett, se ha pronunciado en términos muy similares a los del gabinete del primer ministro israelí en una entrevista concedida a la Radio del Ejército hebreo. «Israel no se ve a sí mismo seguro con este malo, muy mal acuerdo que se ha firmado», ha subrayado Bennett.
En declaraciones a otra emisora israelí, el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, ha afirmado que el acuerdo suscrito entre Irán y el Grupo 5+1 requiere de la evaluación y de una revisión estratégica del Gobierno. Preguntado sobre si el Ejecutivo se siente engañado por Estados Unidos, Lieberman ha respondido «Dios no lo quiera».
En la última de las reacciones al acuerdo de los ministros israelíes, sin que ninguno de ellos haya aclarado la contestación del Gobierno, el titular del Ministerio de Inteligencia de Israel, Yuval Steinitz, ha subrayado que este acuerdo se basa en «el engaño de Irán y en el autoengaño».
RUSIA Y CHINA CELEBRAN EL ACUERDO
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, elogió este domingo el acuerdo alcanzado con Irán sobre su programa nuclear, afirmando que con él todas las partes salen ganando.
«Todos los factores ofrecen un beneficio, todos ganan y nadie pierde», dijo el canciller tras las negociaciones en Ginebra, citado por las agencias rusas.
Según el pacto alcanzado, Irán reducirá su programa nuclear a cambio de un alivio parcial de las sanciones internacionales impuestas en los últimos años por haber enriquecido uranio.
Lavrov indicó que el acuerdo abre el programa iraní a una mayor vigilancia por parte de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), favorece la confianza en Oriente Medio y despeja los temores a la proliferación nuclear.
«Estamos convencidos de que Irán cooperará con la agencia (la AIEA) de buena fe», dijo Lavrov a la prensa rusa.
En los próximos seis meses, las negociaciones determinarán «los parámetros que necesita Irán para una actividad nuclear pacífica, y en particular para producir combustible para las plantas nucleares y los reactores con fines de investigación, los reactores productores de isótopos con fines médicos y humanitarios», dijo Lavrov.
El ministro elogió la decisión occidental de no imponer más sanciones durante esos seis meses, y de aliviarlas parcialmente.
China, por su parte, saludó este domingo el acuerdo nuclear con Irán, diciendo que «ayudará a salvaguardar la paz y la estabilidad en Oriente Medio».
«Este acuerdo ayudará a sostener el sistema internacional de no proliferación nuclear, y a salvaguardar la paz y la estabilidad en Oriente Medio», dijo el ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi, según un comunicado publicado en la web de la cancillería.
También «ayudará a las partes a empezar a tener intercambios normales con Irán, y a darle una vida mejor al pueblo iraní», según el canciller chino.
El ministro dijo que el acuerdo llega tras «una década de trabajo duro, en especial en los últimos días, cuando entramos en la fase final de unas difíciles negociaciones».
China, que posee la bomba atómica, es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, y como tal integrante del grupo 5+1 que negoció con Irán en Ginebra.
Pekín está especialmente interesado en la estabilidad de Oriente Medio, ya que depende mucho del petróleo de la región.