Estados Unidos no sabe cómo abordar la situación y aún se debate entre seguir asesorando y enviando refuerzos a un Ejército iraquí débil, lleno de infiltrados y con pocas habilidades para hacer frente a la amenaza que supone el Estado Islámico, antiguo ISIS, o echarse para atrás. Reino Unido, después de un enorme paquete de recortes presupuestarios en la cartera de Defensa, se centra en destinar 1.300 millones de euros para atacar el ciberterrorismo. Quizás la segunda opción sea la mejor manera de empezar a acabar con un grupo que, en poco tiempo, se ha lanzado a la conquista de un territorio que ha acabado denominando califato y cuyo objetivo es designar Bagdad como capital.
¿Pero por qué no se consigue detener el islamismo yihadista de un grupo que está desmembrando Irak poco a poco? Para acabar con el ISIS es necesario saber cuáles han sido las armas con las que han conseguido avanzar hasta el punto al que han llegado. Califato. Crucifixiones. Amenaza. Su líder, Abu Bakr al Baghdadi se ha convertido en el hombre más peligroso del mundo y su cabeza cuesta ya 10 millones de dólares.
Tan joven y tan peligroso. El ISIS nació en 2013 como una escisión de Al Qaeda en Irak e incluso el propio grupo de Bin Laden le ha desacreditado. Se estima que cuenta con entre 3.000 y 5.000 combatientes y ha sido el destino del 80% de los yihadistas occidentales que luchan en Siria para acabar contra el régimen de Bashar al Assad.
No tardó mucho en hacerse con el control de Raqqa, en marzo, primera capital de provincia que caía en manos de los insurgentes. En enero, los rebeldes sirios apoyados por Occidente y otros grupos islamistas decidieron lanzar una operación conjunta ante la creciente presencia en la provincia de Alepo, lo que desencadenó combates que dejaron cientos de muertos.
En Irak consiguió hacerse con el control de Faluya, predominantemente suní, en la provincia occidental de Anbar, y consiguió apoderarse de buena parte de la capital provincial, Ramadi. Mosul fue su siguiente logro, donde pudieron hacerse con 315 millones de euros del banco central, convirtiéndose en la organización terrorista más rica del mundo. La más joven y la más rica. También han conseguido contar con la mayor refinería de petróleo del país, una refinería capaz de procesar cerca de 320.000 barriles de crudo cada día.
Ha conseguido robar también material pesado y helicópteros y tanques del propio Ejército estadounidense. En Siria, de hecho, también se financian a base de extorsiones a cristianos, a cambio de protección.
Cibeterrorismo o de cómo empezar a reclutar desde las redes sociales
Reino Unido se ha despertado hoy contra el ciberterrorismo, con una nueva inyección de 1.300 millones de euros para arrancar de raíz las malas hierbas que son el ISIS, que gracias a internet aumenta sus cifras cada día que pasa. Así, no es extraño ver cómo el Gobierno iraquí anuncia censura de redes sociales para intentar que los yihadistas no sigan reclutando más insurgentes a sus filas.
La amenaza del reclutamiento terrorista en la red ha incrementado el uso de la tecnología por parte de las autoridades, que intentan derribar los sitios web de perfil yihadista. Las agencias de seguridad, instituciones privadas y piratas informáticos vigilan de cerca estos los foros yihadistas, donde suele comenzar un camino que acaba en un avión o un autobús que llega a territorio sirio cargado de jóvenes que, confundidos, creen que luchar por la ‘guerra santa’ es su destino final.