Unos veinte manifestantes encapuchados derribaron este sábado por la noche las vallas de seguridad de los alrededores del Palacio Nacional, sede del Ejecutivo mexicano, y prendieron fuego a la puerta principal del histórico edificio, según constató Efe.
Los disturbios se registraron al finalizar una multitudinaria marcha que había partido desde la instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) hasta el Zócalo de la capital mexicana para exigir el retorno con vida de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre.
La manifestación nocturna ha finalizado ante las puertas del edificio gubernamental, donde varios jóvenes han saltado la valla de protección y se han encarado a los guardias de seguridad, que no han empleado la fuerza ni respondido a este incidente, según ha informado el diario mexicano Excelsior.
Posteriormente, algunos han pintado con aerosoles el portón de entrada, mientras otros lo han golpeado mientras gritaban consignas contra la violencia. Momentos después, varias personas encapuchadas han lanzado un cóctel molotov a la puerta, causando un incendio que se ha apagado poco después.
Después de estos actos, las fuerzas de seguridad están realizando varias detenciones, llegando a entrar en establecimientos como comercios o restaurantes, una situación que ha sido criticada por los manifestantes, que consideran que se están realizando detenciones «arbitrarias».
Horas antes de este incidente, varios encapuchados han prendido fuego a varios vehículos estacionados en el aparcamiento del Palacio de Gobierno de Guerrero. El gobernador, Rogelio Ortega Martínez, ha hecho un llamamiento a los manifestantes para que se desmarquen de estos «actos violentos».
Ortega Martínez se ha comprometido a no criminalizar las protestas ni los distintos movimientos sociales surgidos a raíz de la desaparición de los 43 jóvenes, además de prometer no emplear la fuerza para dispersar este tipo de actos.
Al final del recorrido, miles de manifestantes se tiraron al piso de la gran plaza central de la capital mexicana, simulando haber sido asesinados, y fueron leídos uno a uno los nombres de jóvenes desaparecidos a manos de policías y criminales el 26 de septiembre pasado en Iguala, en el sureño estado de Guerrero.
«Vivos se los llevaron, vivos los queremos«, repitieron durante el recorrido, en el que también pidieron justicia y no más muertes ni desaparecidos en un país donde se cuentan por miles.
Los familiares no se creen que estén muertos
Los manifestantes también guardaron un minuto de silencio por los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, un día después de que la fiscalía informara que fueron asesinados y quemados, hasta que solo quedaron cenizas, por miembros del cártel Guerreros Unidos, según el testimonio de tres de los 74 detenidos en este caso.
Ni sus compañeros, ni los familiares de los jóvenes, ni gran parte de la sociedad mexicana acaba de creerse esta explicación al caso y exigen pruebas, entre ellas la identificación de los restos óseos, dientes y cenizas halladas en una de las ocho bolsas lanzadas a un río por los criminales para eliminar todo rastro de ellos.
«Seguimos en la insistencia de que si no hay pruebas fehacientes, de verdad no podemos creerles», dijo hoy a Efe Felipe de la Cruz, representante de los familiares.
En Chilpancingo, la capital de Guerrero, un grupo de estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, acompañados por miembros de otras escuelas, llegaron en varios autobuses al Palacio de Gobierno y lanzaron piedras y cócteles molotov.
Además, incendiaron varios vehículos que se encontraban aparcados dentro de los edificios, así como una patrulla policial y varias camionetas que estaban en su poder desde días antes.
Peña nieto se va de gira ajeno a la crisis
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, iniciará mañana un viaje a Australia y a China, en donde participará en dos cumbres internacionales, pese a las críticas que ha recibido por marcharse en plena crisis por la desaparición de 43 estudiantes. El mandatario se ausentará del país del 9 al 15 de noviembre.
El Senado mexicano informó esta semana en un comunicado que Peña Nieto asistirá en Pekín al encuentro del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), efectuará una visita de Estado a China y luego asistirá a la Cumbre de Líderes del Grupo de los 20 en Brisbane, Australia.
Aunque inicialmente la gira estaba prevista para las fechas del 7 al 17 de noviembre, el mandatario la acortó en el contexto del creciente descontento por la desaparición de 43 estudiantes el pasado 26 septiembre en el sureño estado de Guerrero.
Sin embargo, no canceló el viaje pese a las intensas críticas por irse en un momento tan delicado, justo dos días después de que el fiscal general, Jesús Murillo, revelara que los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron asesinados y quemados por miembros del crimen organizado para no dejar rastro, según el testimonio de tres detenidos que participaron en los hechos.
Familiares de los jóvenes no aceptaron esta respuesta del Gobierno y dijeron que fue un intento de tratar de cerrar el caso antes del viaje del presidente, algo que, dijeron, es una muestra de irresponsabilidad.