La portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki, ha afirmado en un comunicado que la Administración de Barack Obama sigue «de cerca» el «aumento de la tensión política» en Tailandia, donde miles de personas han salido a las calles y han tomado edificios públicos para protestar contra el Ejecutivo de Yingluck Shinawatra.
«Instamos a todas las partes a evitar la violencia, actuar con contención y respetar el estado de Derecho. La violencia y la toma de propiedades, públicas o privadas, no son métodos aceptables para resolver las diferencias políticas», ha advertido Psaki.
En este sentido, la Administración norteamericana ha apelado al respeto de las «normas internacionales», las cuales obligan a «garantizar la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas».
«Estados Unidos cree firmemente que todas las partes deberían trabajar juntas para resolver sus diferencias mediante un diálogo pacífico, de forma que pueda reforzarse la democracia y el estado de derecho», ha añadido la portavoz norteamericana, que ha concluido su nota recordando que Bangkok y Washington son «amigos».