«La Comisión ha aceptado retrasar la fecha límite de la cesión de Rainbow porque las autoridades británicas y RBS han demostrado su firme intención de convertir a Rainbow en un banco independiente sólido y de venderlo», ha dicho el vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, en un comunicado.
En el marco del plan de reestructuración aprobado por Bruselas en 2009 como contrapartida a su rescate, RBS se había comprometido a vender Rainbow para aumentar la competencia en el sector de banca para pymes. Sin embargo, tras tres años de negociaciones infructuosas con posibles compradores, el banco y las autoridades británicas han pedido a Bruselas «varios años» más para cumplir este compromiso.
El Ejecutivo comunitario ha aprobado igualmente una serie de modificaciones a las reglas aplicables al dividendo prioritario que debe recibir Reino Unido de RBS, que se convertirá en un dividendo fijo.