«Rechazamos que, por instrucción del imperio, y con intenciones golpistas, la OEA pretenda aplicar la Carta Democrática a Nicaragua», ha escrito el presidente boliviano, Evo Morales, en su cuenta oficial de Twitter.
Morales ha pedido a la OEA «dejar (la) intromisión y respetar la soberanía de Nicaragua». «No se puede ir contra la autodeterminación de los pueblos», ha defendido.
En la misma línea, el Ministerio de Exteriores de Venezuela ha emitido un comunicado en el que «rechaza categóricamente la írrita decisión del secretario general de la OEA al pretender iniciar la aplicación tendenciosa de la Carta Democrática Interamericana al Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua».
«El impresentable Luis Almagro evidencia una vez más su servilismo a los intereses de la política exterior estadounidense, así como la obsesiva instrumentalización de la Organización de Estados Americanos contra legítimos gobiernos populares», ha denunciado el departamento que dirige Jorge Arreaza.
Para Venezuela, «esta nueva maniobra imperialista, bajo fachada multilateral, contra la voluntad del pueblo nicaragüense demuestra la ideologización de la política regional en el seno de la OEA, a la vez que expresa el absoluto y definitivo fracaso de esta organización para los pueblos de América Latina y el Caribe».
Además, el Gobierno de Nicolás Maduro ha aprovechado para ratificar «su respaldo irrestricto» al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, y a su mujer y vicepresidenta, Rodario Murillo, al tiempo que ha reiterado «los estrechos lazos de fraternidad y solidaridad» entre ambos países.
OFENSIVA REGIONAL
El Consejo Permanente de la OEA se reunió el jueves en sesión extraordinaria para abordar la situación de los Derechos Humanos en Nicaragua, donde más de 300 personas han muerto y miles han sido detenidas por la represión de las protestas que estallaron en abril contra el Gobierno de Daniel Ortega.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, anunció que se empezaría a aplicar la Carta Democrática contra Nicaragua, lo que podría llevar a la suspensión del país como miembro de la organización regional. «La solución a la falta de democracia y de Derechos Humanos en Nicaragua es un asunto de la región entera», argumentó.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), enviado por la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha determinado que Ortega debería ser investigado por crímenes de lesa humanidad porque la mayoría de las muertes son obra de la Policía y grupos paraestatales dirigidos desde el Gobierno.
Bolivia y Venezuela son de los pocos aliados regionales con los que cuenta Ortega. A Morales y Maduro se suma el presidente Cuba, Miguel Díaz-Canel, aunque todavía no ha reaccionado a la última decisión de la OEA sobre Nicaragua.