El obispo de Punta Arenas, en Chile, monseñor Bernardo Bastres, salesiano, ha hecho una curiosa petición, no sin falta de ironía, a todos aquellos que creen que el mundo se acabará el próximo 21 de diciembre: «Parece que hay un chino o un japonés que está construyendo un barco tipo el Arca de Noé. Si muchos creen que el mundo se acabará el 21 de diciembre, nosotros como Iglesia no tenemos ningún problema en que la gente nos deje testamento de sus propiedades» ha señalado el obispo en una información recogida por Aciprensa.
El obispo está seguro que «seguiremos vivos después de esa fecha», por eso ha confirmado que «yo les aseguro que después del 21 de diciembre rezaremos eternamente por ellos. Si ellos desean partir al otro lado, podrían hacer un bien enorme regalando sus propiedades a la Iglesia«. El obispo, no obstante, ha dejado en manos de Dios la muerte: «Yo no tengo ningún problema, tengo planificado hasta el próximo año y si nos morimos, será la voluntad de Dios».