«Yo espero con el juicio cerrar este capítulo que lleva cuatro años y donde mi vida corrió peligro porque pudieron asesinarme», dijo durante la apertura del juicio el fotógrafo de la AFP Yuri Cortez, quien rompió en llanto al rememorar el hecho que se produjo el 4 de abril de 2009 en Cóbano de Puntarenas (oeste).
«Escuché la explosión del vidrio trasero del vehículo cuando dispararon y pensé que habían matado a mi compañero pues estaba agachado en el asiento y no dijo palabra alguna, y si nos estaban disparando era porque querían matarnos», narró Cortez en una pequeña sala con capacidad para unas 30 personas.
«Nunca había pasado por esto y menos en Costa Rica, que se supone que es un país de paz», afirmó Cortez, quien lleva 22 años trabajando para la AFP y ha tenido que cubrir guerras civiles en varias partes del mundo.
El tribunal presidido por la jueza Carolina Arroyo, abrió la audiencia con una hora y 20 minutos de retraso contra los imputados, los costarricenses Manuel Valverde (26), Miguel Solís (43) y el colombiano Alexander Rivas (34).
Según la acusación, los guardaespaldas de Bündchen y Brady abrieron fuego en contra del coche en que Cortez y su colega costarricense Carlos Avilés se movilizaban en actividades propias de su profesión.
El hecho se produjo en las cercanías de una casa de playa en la que se celebraba la fiesta de boda de Bündchen y Brady.
Cortez y Avilés, quienes habían tomado algunas imágenes de la boda, fueron abordados por los guardaespaldas, exigiéndoles entregar las tarjetas de memorias de sus cámaras, a lo cual se negaron.
Cuando los reporteros se alejaban del lugar, al menos uno de los guardaespaldas disparó contra el vehículo.
Aunque los demandantes resultaron ilesos, presentaron la denuncia por tentativa de homicidio, por considerar que el acto puso sus vidas en peligro.
Durante la apertura de la audiencia, la jueza Arroyo aceptó una solicitud de la defensa en el sentido de no permitir que se tomen fotografías de los imputados, un derecho que concede la legislación costarricense.
Los acusados también se acogieron al derecho de no declarar en la apertura del juicio.
Antes del relato de Cortez, un investigador del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Pérez, declaró ante el tribunal que el peritaje de balística y la inspección ocular determinaron que la vida de los dos fotógrafos corrió peligro.
En tanto, la defensa de los imputados intentó que se anulara el juicio presentando una demanda civil promovida por Cortez y la AFP en Nueva York contra la top model y el deportista, pero la gestión fue rechazada por el tribunal al considerar que los imputados son distintos.
Tras cuatro horas y 20 minutos, Arroyo suspendió la audiencia y programó la continuación del juicio para el próximo viernes en la tarde a fin de escuchar otros dos testimonios, el de un testigo y el del fotógrafo Avilés.
Víctor Herrera, el abogado de Cortez, explicó a la AFP que el tribunal volverá el viernes a convocar a otra audiencia en un plazo de diez días para escuchar a otros testigos y analizar las pruebas periciales y un video.
«En esa audiencia esperamos que se pueda dictar la sentencia, salvo que termine muy tarde y se fije otra fecha para escuchar el fallo», puntualizó.