El conjunto argentino, liderado por un gran Messi, no acertó a ver puerta a pesar de jugar 90 minutos a gran nivel. La gran final fue el mejor partido de los de Alejandro Sabella en Brasil, pero en frente, Alemania esperó paciente y en la prórroga, mucho más entera, volvió a arrebatar el título a la albiceleste como en la final de Italia 90.