Lo ha dicho en la rueda de prensa posterior al primer Consell Executiu tras el paréntesis de agosto, al preguntársele sobre el ERE que plantea Catalunya Caixa y que supondría despedir alrededor de 2.500 personas, el 30% de su plantilla.
«Para mí es evidente que sería muy grave que una entidad nacionalizada ofreciese peores condiciones en su ERE que las que han ofrecido otras instituciones nacionalizadas», ha explicado.