Contenido patrocinado
Cuando se busca una buena solución para ampliar la capacidad de pequeños dormitorios o salas no hay mejor idea que hacer uso de la conocida cama nido, que permite tener más espacio durante el día y suficientes camas para descansar durante la noche.
Esto resulta muy interesante en hogares de tamaño reducido o en casas de recreo que reciben visitas con frecuencia y necesitan que sus estancias acomoden a más personas de lo habitual.
¿Qué es una cama nido?
Este tipo de cama se caracteriza por albergar en un único módulo dos camas perfectamente equipadas una de las cuales siempre permanece visible mientras que la otra se recoge debajo.
Las camas nido no son una novedad dentro del sector del mueble. Su evolución desde los primeros modelos, que por lo general quedaban de repuesto y “a escondidas” para ocasiones muy concretas, a los actuales ha sido vertiginosa. Hoy en día gracias a su cuidada estética pueden estar presentes, o en una habitación, o como sofá en cualquier sala de estar.
¿Cómo elegir cama nido?
Como con todos los muebles esto depende de las necesidades que se tengan en cada casa, pero su uso más frecuente es en las Habitaciones Juveniles que suelen compartir hermanos, o amigos, y dónde el espacio es una necesidad y no un lujo.
En estos casos las compactas, o Cama nido con cajones, son las idóneas, ya que además de cumplir con su función sirven para guardar ropa, u otros artículos. Así, además de despejar armarios y estantes, se facilita mantener el orden sin que suponga un problema añadido a la falta de espacio.
Factores a tener en cuenta
Hay muchos elementos a tener en cuenta cuando se trata de elegir una cama nido. Quizás el más importante de todos, además del precio, sea el lugar donde se va a ubicar. Bien sea una muy sencilla u otra más sofisticada hay que tener en cuenta que al ser de arrastre, con posibilidad de elevación o no, tener sitio suficiente para convertirla en dos resulta imprescindible.
Y por supuesto que una vez esté fuera deje margen suficiente de maniobra para poder moverse por la estancia con comodidad y sin riesgos de tropiezos o golpes.
Otros factores son el funcional y el estético. Su apariencia no tiene por qué chocar con el entorno ni en materiales ni en colores y el modelo debe adecuarse a la función principal que va a tener bien sea de uso diario u ocasional.
Entre los diferentes modelos que existen, algunos solo miran por el empleo más básico, mientras que otros van dirigidos a integrarse por completo en la estancia. Por ejemplo, las compactas que, además de cajones, albergan en su estructura estantes abatibles, pequeñas mesillas u otros elementos que hacen de ellas una solución todo en uno.
Si necesitas camas de esta clase para amueblar dormitorios juveniles u otras estancias, te invitamos a que conozcas los modelos de Muebles Mesquemobles, ya que cuenta con un amplio catálogo donde seguro está la que quieres.