Benedicto XVI dijo hoy que la «lógica terrenal» de que son los poderosos y los cultos los que poseen los conocimientos importantes y los transmiten a los demás no es la lógica de Dios, que elige a la gente sencilla como destinataria de su mensaje de salvación.
El papa se manifestó así ante varios miles de personas que asistieron en el Aula Pablo VI del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, cuya catequesis dedicó al «Himno del Jubileo» de los evangelistas Mateo y Lucas, una oración de reconocimiento y asentimiento al proyecto de Dios para los hombres.
«La revelación divina no se produce según la lógica terrena, según la cual son los hombres cultos y poderosos los que poseen los conocimientos importantes y los transmiten a las gentes más sencillas, a los pequeños, afirmó el papa.
El Pontífice agregó que Dios ha usado «otro estilo, ya que los destinatarios de sus comunicaciones son los pequeños, los sencillos. esa es su voluntad y el Hijo la comparte con alegría».
El papa teólogo se preguntó que significa «ser pequeños, sencillos» y cual es la «pequeñez que abre al hombre a la intimidad filial con Dios» y aseguró que es la pureza de corazón la que permite reconocer la cara de Dios en Jesucristo.
«(ser sencillos, pequeños) es tener el corazón sencillo, como los niños, sin la presunción de quien se cierra en si mismo, pensando que no necesita de nadie, ni siquiera de Dios», afirmó.
Benedicto XVI exhortó a los fieles a tener el corazón de los pequeños, de los pobres de espíritu, «para reconocer que no somos autosuficientes, que no podemos construir nuestra la vida por sí solos, sino que necesitamos a Dios».
El líder espiritual de 1.200 mil millones de fieles en todo el mundo, agregó que es necesario «encontrar a Dios, escucharle y hablarle» y que la plegaria permite al hombre recibir a Dios y su sabiduría.
Benedicto XVI se trasladará mañana, 8 de diciembre, a la romana plaza de España para el tradicional homenaje a la Inmaculada Concepción, ante el monumento que se alza en ese lugar frente a la embajada de España ante la Santa Sede.