Un hombre ecuatoriano de 43 años resultó herido el martes por la noche en Madrid a causa de un rayo que le alcanzó cuando hacía todo lo que no se debe hacer durante una tormenta eléctrica: estaba en una zona alta, debajo de un árbol y hablando por el móvil.
La víctima entró en parada cardiorrespiratoria aunque los efectos del Samur lograron revertir la parada y fue trasladado al hospital en estado muy grave. Las consecuencias de que uno sea alcanzado por un rayo pueden ser mortales, y si no, dejan, en su mayoría, secuelas muy graves para toda la vida.
Y es que, aunque no es muy habitual, es más fácil que a uno le caiga un rayo a que le toque la lotería. Así, la probabilidad morir en España alcanzado por un rayo es de una entre 10 millones, mientras que el que uno acierte las seis cifras de la Primitiva es de una de cada 14 millones.
Pero además, hay más probabilidades de que nos caiga un rayo que de ser alcazandos por un trozo de satélite de la NASA, que es de una entre un billón, tal y como señalan expertos en ingeniería espacial.
Pueden ser mortales
La descarga eléctrica producida por un rayo puede ser de 100 millones de voltios como máximo (muy superior a los 220 voltios de la corriente habitual en las casas), y el máximo de corriente piede ser de 200.000 amperios.
Teniendo esto en cuenta, se entiende que el que a uno le entre un rayo en el cuerpo puede tener efectos devastadores y causar la muerte. En España, los datos apuntan a que entre 10 y 12 personas mueren al año alcanzadas por un rayo.
Y en el mundo, unas 20.000 personas son afectadas por los rayos de las tormentas al cabo del año, de las cuales varios miles mueren. Las descargas eléctricas se producen más en verano que en invierno, en zonas continentales más que en el mar, y son más frecuentes en las zonas próximas a los trópicos.
Emilio Benito, director médico del Samur, explica que «sin duda, los rayos pueden matar. Lo primero que hace el rayo es que quema la piel por fuera pero también va quemando todo lo que se encuentra a su paso por dentro del organismo», en la trayectoria que sigue.
Y se ésta la trayectoria que sea, lo más común es que provoque una parada cardiorrespiratoria. «Cuanto más recorrido, mayor será la lesión interna, pero la parada se produce casi por igual aunque afecte a diferentes zonas».