El diario El Mundo ha estado con los inmigrantes que viven en el monte Gurugú esperando su oportunidad para saltara la valla de Melilla. Uno de estos inmigrantes es un joven de 17 años que relata que la pasada noche unos 300 paramilitares de las fuerzas auxiliares marroquíes les despertaron a golpes y les prendieron fuego a sus pertenencias.
Esta cabecera señala que desde el domingo, cada madrugada, los paramilitares marroquíes, los »mehanis», irrumpen en sus campamentos con la intención de expulsarlos del bosque. «Vienen a por nosotros por los últimos saltos. No quieren que lleguemos a la valla. Es una represalia. Los »alis» cada vez son más violentos. Nos pegan con palos. Ayer le partieron el brazo a un compañero«, cuenta a este diario un joven de 26 años de mali.
Otro de los inmigrantes cuenta a esta cabecera que “en Marruecos, no hay trabajo para nosotros. Recogemos comida de la basura, comemos patas de pollo. Y, ahora, encima, los »alis» vienen y nos queman lo poco que tenemos. No es justo«.
El Mundo destaca que estas redadas contra los subsaharianos tienen un objetivo: ofrecer a la Unión Europea una respuesta contundente ante la inmigración clandestina después de que la semana pasada Rabat relajara la vigilancia en el Estrecho facilitando la llegada a España de 125 embarcaciones con más de 1.200 personas.