Pilar Valiente es licenciada en Derecho y forma parte del Cuerpo de Inspectores Financieros y Tributarios del Estado. La actual Directora Adjunta de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude ha pasado prácticamente toda su vida estudiando, investigando y combatiendo el fraude. Empezó su carrera como inspectora en la década de los 80 en la Unidad de Vigilancia y Represión del fraude. Ya desde sus inicios su carrera ha sido polémica y meteórica.
Pronto empezó a ganar popularidad y relevancia pública destapando e investigando el primer gran caso de financiación irregular de un partido político, el caso »Filesa» que afectaba al PSOE, a principios de los noventa. Fue con la victoria de José María Aznar, en 1996, cuando ascendió de puesto. Pilar Valiente fue nombrada Directora General de Inspección de la Agencia Tributaria pero apenas duraría un año en el cargo. Unas visitas nocturnas a su antiguo despacho en la oficina del fraude le costaron el puesto. El ya ex juez Baltasar Garzón investigó el caso y decidió archivarlo por no encontrar motivos sospechosos en aquella visita. Inmediatamente fue nombrada jefa de la Unidad Central de Coordinación en materia de Delitos contra Hacienda Pública. También duraría poco más de un año en el puesto, esta vez porque Rodrigo Rato le encomendó la presidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La oposición no estuvo de acuerdo con aquel nombramiento. Primero porque no consideraban que una licenciada en Derecho e Inspectora de Hacienda tuviera las competencias necesarias para estar al frente del mercado de valores. Y segundo porque lo consideró entonces un nombramiento político como agradecimiento a los servicios prestados, en clara referencia a la investigación del caso »Filesa».
Fue el cargo que más relevancia le dio y el que sin duda más quebraderos de cabeza le trajo. Pilar Valiente entró como consejera en 1998 y en 1999 ya presidía la Comisión. Ese año, y ya como presidenta de la CNMW, se decide con su voto a favor no intervenir la agencia de valores »Gescartera». A partir de entonces se le empieza a acusar de favorecer a la presidenta de la agencia, Pilar Jiménez Reyna, hermana del entonces secretario de Estado de Hacienda, Enrique Jiménez Reyna. El caso Gescartera acabaría con la dimisión de ambos, de la presidenta de la CNMW y del secretario de Estado.
Valiente siempre negó cualquier relación con los acusados y siempre mantuvo que si no se intervino Gescartera fue porque “no había indicios” para ello. Tanto a Enrique Jiménez Reyna como a Valiente la justicia les acabó dando la razón, ya que ni siquiera llegaron a ser imputados. En el caso de la inspectora fue llamada a declarar al juicio oral como testigo.
Valiente cumplió estrictamente con el periodo de dos años que le marca la ley para no ejercer ninguna actividad profesional relacionada con el mercado de valores y reingresó en la Administración en 2004 volviendo a sus orígenes. Lo hizo en la que hoy sigue siendo su casa, la ONIF (Oficina Nacional de Investigación del Fraude), concretamente se convirtió en Inspectora Jefe de equipo, un cargo bastante inferior al que había desempeñado en los años 90.
Ahora con la llegada de nuevo de los populares al Gobierno ha vuelto a ascender y se ha convertido en la número dos de la ONIF, y a la que se atribuye la decisión de haberse »cargado» a parte de la cúpula que ha destapado los casos de corrupción más importantes de los últimos años.