Menos de una semana después del estreno de IT, las redessociales se han llenado de imágenes de payasos saliendo de alcantarillas y confrases amenazadoras pero cómicas debajo.
Las redes, sin quererlo, han recuperado a través de laironía la razón primaria de los payasos de circo: hacer reír. Un estreno el deIT que ya marca récords de audiencia y que trae a la palestra la labor real delos payasos. Un colectivo al que le “entristece” que su imagen se utilice paradar miedo cuando su cometido es completamente el contrario.
En Teinteresa.es hemos hablado con Alejandro Echegaray,director de la Fundación Theodora, una asociación que se dedica a llevar la risaa niños hospitalizados. A través de sus actividades los más pequeños recuperanlas ganas de vivir y “soportan situaciones incómodas”. No son específicamente payasos, sino »Doctores Sonrisa», “trabajamos para desdramatizar, aliviar y conseguir quevuelvan a ser niños de nuevo”, explican.
-Este viernes seestrena IT, ¿creéis que os afecta de alguna forma la visión negativa que se tiene de los payasos ode su estética?
No. Nos entristece que la profesión de payaso se pueda verafectada en su imagen por fenómenos como esta película. Particularmente, enFundación Theodora no existe como tal la figura del payaso; nuestros artistasson «Doctores Sonrisa«,una denominación única de Fundación Theodora. Se trata de profesionales con unacapacitación específica para desarrollar su labor en el entorno hospitalario yque tienen múltiples talentos: magos, actores, clowns, músicos… Su estéticano comparte los elementos característicos del payaso de circo, ni tampoco elámbito de actuación -el hospital- tiene nada en común con ese entorno.
– Vosotros osdedicáis a la animación en hospitales, tenéis payasos pero tambiénprofesionales de otros ámbitos. ¿Se nota un mayor rechazo de los niños hacia la estética de los payasos?
Si bien algunos de los «Doctores Sonrisa» empleanlos elementos humorísticos del clown, su estética no es la de un payaso: no llevan peluca, no tienen carasmaquilladas y su indumentaria característica es una bata médica -como unverdadero doctor- adornada con diferentes elementos decorativos y bordados devivos colores, cada uno diferente entre sí, que precisamente contribuyen ahacerlos amables y cercanos para los niños que visitan, resultando una nota decolor y alegría en las estancias de los hospitales. Los niños y sus familiassuelen acoger con mucha ilusión y expectativa a nuestros Doctores Sonrisa.
– ¿Os habéis encontradoalgún caso de coulrofobia?
En nuestro caso no, precisamente debido a que laindumentaria de los «Doctores Sonrisa» no evoca la de los payasos decirco, sino que está concebida como una versión muy especial de la bata de losprofesionales sanitarios.
– La fundaciónTheodora lleva veinte años sacando sonrisas a los niños hospitalizados. ¿Porqué es tan importante la labor que realizáis?
En Fundación Theodora creemos firmemente que todos losniños, niñas y adolescentes hospitalizados y en centros especiales, merecentener una estancia lo más agradable posible dentro de la situación que estánviviendo. Durante ese tiempo soportan situaciones incómodas y complicadas paraellos, por lo que nosotros trabajamos para desdramatizar, aliviar y conseguirque vuelvan a ser niños de nuevo y lo que eso conlleva. Los Doctores Sonrisa ayudan a humanizar la estancia de estosniños y niñas; alivian, en la medida de lo posible, la tensión de susfamiliares e incluso apoyan el trabajo de los profesionales hospitalarios cuandoes necesario.
– ¿En estos veinteaños ha cambiado la profesión?
Los Doctores Sonrisa siempre han sido artistasprofesionales, con años de experiencia y con una formación psicosanitariaadicional por parte de la Fundación y en colaboración con los hospitales. Apartir de ahí, sus competencias han ido evolucionando para adaptarse a loscambios y necesidades en los hospitales (nuevas técnicas, especialidades, etc.)y por supuesto, para reciclarse acorde a los tiempos y a los cambios de hábitosy gustos de los niños (por ejemplo las nuevas tecnologías).
– Con vosotrostrabajan muchos Doctores Sonrisa, ¿es dura la vida de un payaso/animador dehospital?
Actualmente tenemos 30 Doctores Sonrisa que visitansemanalmente a niños, niñas y adolescentes en 23 hospitales de toda lageografía española. Son profesionales contratados por la Fundación, lo queayuda a garantizar la estabilidad y calidad de nuestros programas y no visitanmás de un día o dos por semana.
Son profesionales altamente comprometidos con su trabajo enlos hospitales, un trabajo lleno de buenos momentos, pero también desituaciones duras y complicadas. Es un trabajo altamente cualificado, que notodo el mundo podemos hacer. No solamente por las propias competenciasartísticas, también por esa especial sensibilidad imprescindible para tratarcon los niños y sus familias y por su capacidad para adaptarse rápidamente alas diferentes situaciones que se encuentran cuando abren la puerta de cadahabitación.
– ¿Trabajáis solo conniños o también alegráis a los adultos con vuestras visitas?
Hablar de los niños es también hablar de sus familias; a losniños les influye el estado emocional de los adultos durante su estancia en elhospital. Por eso los Doctores Sonrisa interactúan también con los adultosacompañantes y ponen atención también en ellos, más allá del efecto positivo dela propia visita en el niño. También es importante cómo la labor de losDoctores Sonrisa influye en el personal facultativo. Te adjunto algunostestimonios de padres y personal sanitario, como muestra:
– Pese a ser unalabor social muy bonita, ¿creéis que se está perdiendo la profesión de payaso ode animador para niños?
En el caso de Fundación Theodora, la demanda de visitas delos Doctores Sonrisa es cada vez mayor: todos los hospitales con los quetrabajamos nos piden aumentar el número de visitas e incluso recibimos muchaspeticiones de hospitales con los que aún no trabajamos.
Menos de una semana después del estreno de IT, las redessociales se han llenado de imágenes de payasos saliendo de alcantarillas y confrases amenazadoras pero cómicas debajo.
Las redes, sin quererlo, han recuperado a través de laironía la razón primaria de los payasos de circo: hacer reír. Un estreno el deIT que ya marca récords de audiencia y que trae a la palestra la labor real delos payasos. Un colectivo al que le “entristece” que su imagen se utilice paradar miedo cuando su cometido es completamente el contrario.
En Teinteresa.es hemos hablado con Alejandro Echegaray,director de la Fundación Theodora, una asociación que se dedica a llevar la risaa niños hospitalizados. A través de sus actividades los más pequeños recuperanlas ganas de vivir y “soportan situaciones incómodas”.
“Trabajamos para desdramatizar, aliviar y conseguir quevuelvan a ser niños de nuevo”, explican.
-Este viernes seestrena IT, ¿creéis que os afecta de alguna forma la visión negativa que se tiene de los payasos ode su estética?
No. Nos entristece que la profesión de payaso se pueda verafectada en su imagen por fenómenos como esta película. Particularmente, enFundación Theodora no existe como tal la figura del payaso; nuestros artistasson «Doctores Sonrisa«,una denominación única de Fundación Theodora. Se trata de profesionales con unacapacitación específica para desarrollar su labor en el entorno hospitalario yque tienen múltiples talentos: magos, actores, clowns, músicos… Su estéticano comparte los elementos característicos del payaso de circo, ni tampoco elámbito de actuación -el hospital- tiene nada en común con ese entorno.
– Vosotros osdedicáis a la animación en hospitales, tenéis payasos pero tambiénprofesionales de otros ámbitos. ¿Se nota un mayor rechazo de los niños hacia la estética de los payasos?¿Limitáis los trajes de payaso para que sean lo menos «amenazante»posible?
Si bien algunos de los «Doctores Sonrisa» empleanlos elementos humorísticos del clown, su estética no es la de un payaso: nollevan peluca, no tienen carasmaquilladas y su indumentaria característica es una bata médica -como unverdadero doctor- adornada con diferentes elementos decorativos y bordados devivos colores, cada uno diferente entre sí, que precisamente contribuyen ahacerlos amables y cercanos para los niños que visitan, resultando una nota decolor y alegría en las estancias de los hospitales. Los niños y sus familiassuelen acoger con mucha ilusión y expectativa a nuestros Doctores Sonrisa.
– ¿Os habéis encontradoalgún caso de coulrofobia?
En nuestro caso no, precisamente debido a que laindumentaria de los «Doctores Sonrisa» no evoca la de los payasos decirco, sino que está concebida como una versión muy especial de la bata de losprofesionales sanitarios.
– La fundaciónTheodora lleva veinte años sacando sonrisas a los niños hospitalizados. ¿Porqué es tan importante la labor que realizáis?
En Fundación Theodora creemos firmemente que todos losniños, niñas y adolescentes hospitalizados y en centros especiales, merecentener una estancia lo más agradable posible dentro de la situación que estánviviendo. Durante ese tiempo soportan situaciones incómodas y complicadas paraellos, por lo que nosotros trabajamos para desdramatizar, aliviar y conseguirque vuelvan a ser niños de nuevo y lo que eso conlleva. Los Doctores Sonrisa ayudan a humanizar la estancia de estosniños y niñas; alivian, en la medida de lo posible, la tensión de susfamiliares e incluso apoyan el trabajo de los profesionales hospitalarios cuandoes necesario.
– ¿En estos veinteaños ha cambiado la profesión?
Los Doctores Sonrisa siempre han sido artistasprofesionales, con años de experiencia y con una formación psicosanitariaadicional por parte de la Fundación y en colaboración con los hospitales. Apartir de ahí, sus competencias han ido evolucionando para adaptarse a loscambios y necesidades en los hospitales (nuevas técnicas, especialidades, etc.)y por supuesto, para reciclarse acorde a los tiempos y a los cambios de hábitosy gustos de los niños (por ejemplo las nuevas tecnologías).
– Con vosotrostrabajan muchos Doctores Sonrisa, ¿es dura la vida de un payaso/animador dehospital?
Actualmente tenemos 30 Doctores Sonrisa que visitansemanalmente a niños, niñas y adolescentes en 23 hospitales de toda lageografía española. Son profesionales contratados por la Fundación, lo queayuda a garantizar la estabilidad y calidad de nuestros programas y no visitanmás de un día o dos por semana.
Son profesionales altamente comprometidos con su trabajo enlos hospitales, un trabajo lleno de buenos momentos, pero también desituaciones duras y complicadas. Es un trabajo altamente cualificado, que notodo el mundo podemos hacer. No solamente por las propias competenciasartísticas, también por esa especial sensibilidad imprescindible para tratarcon los niños y sus familias y por su capacidad para adaptarse rápidamente alas diferentes situaciones que se encuentran cuando abren la puerta de cadahabitación.
– ¿Trabajáis solo conniños o también alegráis a los adultos con vuestras visitas?
Hablar de los niños es también hablar de sus familias; a losniños les influye el estado emocional de los adultos durante su estancia en elhospital. Por eso los Doctores Sonrisa interactúan también con los adultosacompañantes y ponen atención también en ellos, más allá del efecto positivo dela propia visita en el niño. También es importante cómo la labor de losDoctores Sonrisa influye en el personal facultativo. Te adjunto algunostestimonios de padres y personal sanitario, como muestra:
– Pese a ser unalabor social muy bonita, ¿creéis que se está perdiendo la profesión de payaso ode animador para niños?
En el caso de Fundación Theodora, la demanda de visitas delos Doctores Sonrisa es cada vez mayor: todos los hospitales con los quetrabajamos nos piden aumentar el número de visitas e incluso recibimos muchaspeticiones de hospitales con los que aún no trabajamos.