José luis Sampedro Escolar ha dedicado muchas horas al estudio de la Monarquía. Pocos saben tanto como él de su historia, de la trayectoria de esta Institución en el devenir de los años. TeInteresa charla con él sobre el momento actual, en el que la sombra del Caso Urdangarín sobrevuela sobre una familia que no está en su mejor momento.
¿Será capaz Don Felipe de Borbón de aunar apoyos en torno a su figura para hacer que la Monarquía sea más fuerte durante su reinado?
Creo que Don Felipe de Borbón está preparado para hacerlo. Desde su nacimiento, toda su vida ha estado encaminada a cumplir con el destino que la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico le han marcado. “Puede ser” un buen Jefe de Estado y “debe ser” un buen ciudadano. Desde luego, tiene la preparación para ello.
¿La degradación de la ética en la función pública afecta a todas las instituciones occidentales?
En Occidente, durante los últimos treinta años, la ética pública se ha degradado hasta profundidades abisales. Pensemos que, hasta hace muy poco, era impensable que los jardineros privados de un ministro fuesen pagados con dinero público (caso del Reino Unido), o que gobernasen en Italia personajes como Silvio Berlusconi, o que en Francia haya una Primera Dama como Madame Sarkozy, y no como Madame Pompidou, o que en Irlanda el primer ministro busque un puesto de asesor al joven amante de su mujer con el objeto de que no se destape el escándalo, por no hablar de los escándalos de Estados Unidos. Todo esto se ha disparado en Occidente, no solo entra las monarquías, y la tolerancia de la opinión publica, al menos durante un tiempo, ha sido muy llamativa.
¿España va a seguir siendo «juancarlista» o en el futuro pasará a ser plenamente monárquica?
Creo que cuando alguien se declara «juancarlista» es porque detrás hay un monárquico que no se atreve a decirlo por miedo a que piensen de él que está pasado de moda. Estos miedos no dejan de tener su fundamento pues, en nuestros días, parece ilógico defender que alguien sea Jefe del Estado por el mero hecho de que su padre o su abuelo también lo fueron. Un “juancarlista” es un monárquico posibilista, que acepta esta institución mientras se mantenga dentro de los cánones políticamente correctos del momento. Parece imposible que la sociedad española llegue a ser “plenamente” monárquica. A lo que se puede llegar, como en otras monarquías europeas, es a una “tibia simpatía” general hacia la dinastía.
¿Qué simboliza mejor a una nación: un Rey o un Presidente de República?
Depende. Recordemos el caso de François Miterrand, quien tenía dos familias paralelas; mientras la “oficial” vivía en el Eliseo, su amante y su hija extramatrimonial ocupaban otra vivienda de la presidencia de la República francesa. El día de su entierro -que, por cierto, fue por el rito católico- asistieron sus dos mujeres: la esposa y la amante.
Don Felipe, para que la monarquía crezca, tendrá que mantener la institución claramente al servicio del conjunto de la sociedad española y actuar como lo ha hecho su padre, es decir; moderando un conjunto de fuerzas políticas y sociales. La monarquía está plenamente engarzada con la Constitución de 1978, que, a su vez, está plenamente aceptada por la sociedad española. Por tanto, creo que Don Felipe tendrá en contra a los que se oponen claramente a este sistema, que son los marxistas radicales, los separatistas y algún involucionista. Mientras se mantenga el consenso de 1978, la monarquía en España será viable.
La entrada de personas ajenas a la aristocracia en la Familia Real, ¿beneficia o perjudica a la monarquía?
Como todo, tiene una doble vertiente. Puede acercar a la monarquía a la sociedad, pero, por otra parte, tiene su peligro. Personalmente, creo que tiene más ventajas que inconvenientes: no creo que una condesa austro-húngara acerque la monarquía a la sociedad española más de lo que pueda hacerlo una mujer con preparación y sentido común. Ahora bien, con independencia de su origen, cualquier persona de la Familia Real tiene que mantener siempre un equilibro, que consiste en no manifestar sus opiniones si es que estas fuesen a causar cualquier tipo de controversia social. Puede tener su opinión, pero se la tienen que guardar si va a suponer una toma de partido en algún punto conflictivo.
¿Por qué se retrasa la reforma de la Constitución para que también puedan reinar las mujeres?
Porque hay que esperar a que Don Felipe ocupe la Corona. La modificación de la Constitución se está difiriendo para que nadie le cuestione su primacía a la hora de ocupar el trono. Don Felipe será el próximo Jefe de Estado, y esto es un hecho sobre el que no conviene frivolizar. Hay que tener en cuenta que, al iniciar la reforma constitucional, se puede abrir una caja de Pandora; Izquierda Unida, Esquerra Republicana, la izquierda batasuna y otras fuerzas políticas podrían plantear un referéndum monarquía/república y el final todo este proceso podría tener consecuencias impredecibles para España.
¿A quien beneficiaría una hipotética III República española?
Creo que a los izquierdistas radicales y separatistas y poco más. No creo que ni la banca, ni las multinacionales, ni la OTAN, ni la Unión Europea ganasen nada con una III república, y el resto de las fuerza políticas y sociales, tampoco. La monarquía es una institución que puede dar equilibro a España. En funciones representativas de política exterior, o al mediar en toda suerte de conflictos políticos, económicos o sociales, da más garantías un Rey, quien, por equilibro y por ley, se mantiene al margen de ideologías, que un presidente republicano como, por ejemplo, Zapatero, Álvarez-Cascos, Aznar o José Blanco.
En un régimen basado en la posibilidad de alternancia pacífica de partidos, creo que la monarquía beneficia al conjunto de la sociedad. Además, política y culturalmente tiene un peso histórico muy fuerte que me gusta y me parece muy útil, por ejemplo, de cara a Iberoamérica o al patronato de las Reales Academias que le confiere la Constitución.
Si la comparamos con otras monarquías, ¿qué ha hecho mejor la Familia Real española?
Las monarquías escandinavas y la inglesa no han pilotado en los últimos años cambios políticos del calado de España. En concreto, la Familia Real inglesa se ha ido adaptando de una manera hábil a la sociedad de su tiempo pero, repito, en el Reino Unido no ha habido cambios políticos de la importancia de España. Otro caso es el de la monarquía griega, que no supo -o no pudo- adaptarse a las circunstancias políticas de los años 60. Don Juan Carlos sí que supo hacerlo, si bien contó con muy importantes apoyos dentro y fuera de España.
Quizás el caso que más se le parezca a España es uno que la gente olvida: el de Camboya. En este país asiático se pasó de una dictadura excepcionalmente sanguinaria, los jemeres rojos, de inspiración comunista, a una monarquía semi-parlamentaria. Además, esta transición la hizo el rey Norodom Sihanouk en poco tiempo y en unas circunstancias más difíciles que las españolas, pues los horrendos crímenes de los jemeres rojos estaban todavía muy recientes.