El nuevo golpe a la justicia española en la causa del procés catalán ya tiene reacciones en el Tribunal Supremo. El magistrado que instruye la causa contra los líderes independentistas, Pablo Llarena, ha rechazado este jueves la extradición de Carles Puigdemont desde Alemania solo por un delito de rebelión y ha decidido retirar la euroorden contra él y resto de políticos fugados. Además en su auto, Llarena acusa al Tribunal alemán de “falta de compromiso” ya que cree que los hechos que hay sobre la mesa podrían haber quebrantado el orden constitucional en España.
Los exconsellers Toni Comín, Meritxell Serret, Lluis Puig y Clara Ponsatí y la secretaria general del ERC, Marta Rovira ya tienen libertad de movimiento en Europa, pero no en España. Llarena ha decidido mantener vigente la orden de detención nacional en caso de que en algún momento entren en territorio español. En la misma circunstancia se encuentra Carles Puigdemont.
El magistrado argumenta que, con su decisión, el tribunal regional alemán ha anticipado un enjuiciamiento para el cual no jurisdicción y cree que se han anticipado a la hora de valorar qué delitos así como los tipos penales. Llarena exigía la extradición de Puigdemont también por los delitos de rebelión y sedición, algo que desde la justicia alemana se ha descartado.
Llarena considera que el tribunal alemán tendría que haber valorado simplemente si los hechos presentados se ajustaban o no a la legislación española y no a la legislación penal existente en Alemania. Añade el magistrado que la decisión que se ha tomado está fuera del marco de la Orden de Detención Europea u de la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE), por lo que no acudirá a él.
Llarena responde de esta manera a la decisión del Tribunal Regional de Schleswig-Holstein de entregar a Puigdemont únicamente por el delito de malversación al entender que los actos que se le imputan en esta causa no se corresponden en Alemania ni con el delito de rebelión ni con el de perturbación del orden público, así como tampoco con el delito de alta traición.
“Ahora queda un proceso penal en España”, explica el profesor de derecho constitucional de la Universidad Complutense de Madrid Ignacio García de Vitoria. “Si llegan serían detenidos, pero pueden moverse por Europa”, añade. Parece que hay un criterio diferente pero “no creo que deje en mal lugar a la justicia española” la decisión de Alemania, “creo que debe leerse en el marco correcto”.