Según ha contado la »Cadena Ser», el pasado jueves el Gobierno desmantelaba los equipos que habían destapado los casos más mediáticos de los últimos años, el caso Gürtel y el caso Noos, en el que está implicado el yerno del Rey, Iñaki Urdangarin. Son los responsables de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude de la Agencia Tributaria (ONIF), que depende del ministerio de Hacienda.
En concreto el ejecutivo del PP se ha »cargado» al jefe de investigación de la oficina y a cinco jefes de equipo. A este equipo se le atribuye también las investigaciones de los casos Forum y Afinsa y Nueva Rumasa y de cuentas opacas en Suiza. En definitiva se trata de una unidad de élite en Hacienda que investiga en su primera fase los casos más importantes de fraude
Todos los responsables que han sido destituidos son inspectores de Hacienda y ocupaban puestos de libre designación, es decir no tienen carácter político. El ministerio de Hacienda ha confirmado estos cambios pero lo atribuye a la normalidad de un cambio de Gobierno. Sin embargo, según la Cadena Ser, lo habitual es que estas sustituciones se limiten a cargos más importantes como son el jefe de la ONIF o el jefe adjunto, y no a cargos inferiores como los jefes de investigación o jefes de equipo.
El caso más llamativo es el de Víctor de la Morena, que era el jefe de investigación y se encargaba personalmente de los casos más importantes y sensibles, entre ellos el caso Gürtel.
Esta decisión no ha sentado nada bien en la oficina, especialmente por las formas. Según cuenta la emisora, en algunos casos se instó a desalojar sus despachos inmediatamente y a los afectados todavía no se les ha asignado nuevo destino.
Cuando el PP llegó al Gobierno se puso al frente de la ONIF a Santiago Menéndez, delegado de la Agencia Tributaria y anterior director de Recaudación durante la etapa de Aznar. Precisamente su número dos, Pilar Valiente, es otra gran conocida de la anterior etapa del PP, y a la que todas las miradas apuntan, según la emisora, como la que ha tomado la decisión de destituir a estos cargos.
Valiente, que trabajaba ya en la ONIF en un puesto de menor relevancia, fue directora de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y tuvo que dimitir por el caso Gescartera. A Valiente se le acusaba de favorecer a los implicados al decidir no intervenir en su momento la agencia de valores cuando tenía un desfase en sus cuentas de 30 millones de euros. Esto fue considerado como un favor a su Presidenta, Pilar Jiménez Reyna, hermana del entonces secretario de Estado de Hacienda, Enrique Jiménez Reyna.
La instructora del caso, Teresa Palacios, desestimó la imputación tanto de Pilar Valiente, como del resto de presidentes de la CNMV. Pilar Valiente acudió como testigo al juicio oral de Gescartera y explicó que no se había intervenido la agencia de valores porque no hubo indicios para ello. En 2009 el Tribunal Supremo confirmaba una condena de 11 años para el responsable del timo, Antonio Camacho, sin embargo el nombre de Pilar Valiente no aparecía por ningún lado en dicha sentencia.