Según ha subrayado ante la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Senado, desde el inicio de mayo hasta ahora la afiliación a la Seguridad Social «ha crecido en más de 285.000 personas», recuperándose parte del empleo destruido anteriormente.
Además, Escrivá ha destacado que el esquema de incentivos para favorecer la incorporación de trabajadores en ERTE, que da una mayor exoneración para las cotizaciones sociales de los trabajadores activados que de los suspendidos, «ha tenido un impacto relevante sobre la actividad». En concreto, desde mayo, el número de trabajadores afectados por un ERTE ha bajado en un millón de personas, lo que indica que este esquema «está funcionando». Así, actualmente, quedan unos 2 millones de personas en ERTE de fuerza mayor, un 35% menos que a principios de mayo, y 320.000 en ERTE de no fuerza mayor, un 20% menos que en los máximos de mayo.
Escrivá ha asegurado que, en este sentido, la mejor prueba de que las medidas tomadas están siendo efectivas es que la amplia mayoría de los trabajadores que han salido de un ERTE, un millón en total, «lo han hecho para reincorporarse a la actividad». Escrivá ha subrayado también que el ritmo de activación de empleados suspendidos se ha acelerado durante las últimas semanas, a medida que se suavizaban las medidas de confinamiento.