Déspota, seguro, despierto y con contactos, así es Francisco Nicolás Gómez Iglesias más conocido como «el Pequeño Nicolás.» Se matriculó en Derecho en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef) donde se dejaba ver poco por las aulas. “No iba mucho a clase. El año pasado acudió al centro diez días y este año, en lo que va de curso, iría dos veces”, explica un alumno que prefiere no desvelar su identidad. Precisamente, una de las últimas veces que fue a clase, “llevaba una camiseta y nos llamó la atención porque siempre iba vestido como un señor”.
Paco Nico era más conocido en la cafetería o en los pasillos del centro donde demostraba a los alumnos que era un as para las relaciones públicas. Tenía labia, convencía a quien le escuchaba y se presentaba como alguien influyente. “Pensábamos que era un persona importante”, asegura a www.teinteresa.es este alumno.
Su presencia en el centro no pasaba desapercibida. Las pocas veces que fue a clase lo hizo en un vehículo de alta gama que le esperaba en la puerta. “Yo no sé si era oficial, pero lo parecía. Llevaban hasta la luz azul de los coches oficiales”, describe este compañero.
Reuniones, negocios, representación…el pequeño Nicolás tenía varias caras pero muchas se encontraban en un mismo domicilio en Madrid, en la calle Carbonero y Sol número 32 del exclusivo barrio El Viso. “Allí organizaba fiestas”, describe el alumno.
Cuando el joven abandonaba su papel de hombre influyente y volvía a sus felices 20 era como cualquier otro joven al que le gusta organizar fiestas y salir hasta bien entrada la madrugada. “Organizaba copas con los compañeros de clase, con las mejores etiquetas y camareros que servían las bebidas”, recuerda su compañero que añade que en la casa no hay fotos, ni cuadros ni adornos.
Ahora que todo se ha destapado en los pasillos de su facultad son muchos los que “alucinan” con la noticia aunque otros muchos se alegran de que por fin se haya desenmascarado a este “déspota que siempre que hablaba contigo te dejaba ver que él era mucho mejor que tú”.
“Salía siempre de fiesta con 600 euros”
Otro compañero de Nicolás señala que solía llevar 600 euros en la cartera cuando salían de fiesta, “siempre llevaba muchos dinero. También es verdad que nos invitaba a copas, compartía su dinero con nosotros”.
Cuando lo conoció, Nicolás también iba muy trajeado y acompañado por sus escoltas. Este compañero recuerda que siempre iba a si y que pensó que era un pez gordo o hijo de alguien muy gordo, pero que nunca le llegó a preguntar. “En estas cosas conmigo fue muy discreto, no fardaba de nada”.
Esta persona se ha puesto en contacto con un íntimo amigo de Nicolás, le ha dicho que ha podido hablar con él y que se encuentra bien. “Me ha dicho que está bien y que tranquilo, pero que de momento se quiere mantener al margen”, concluye.