En este sentido, el grupo galo aseguró que, en el «dinámico» entorno de mercado, aunque marcado por tipos de cambio desfavorable e incertidumbres políticas, continuará «enfocando sus esfuerzos en el desarrollo de marcas, manteniendo un control estricto de costes y enfocando las inversiones en calidad e innovación de producto».
Entre enero y marzo, todas las divisiones del grupo LVMH elevaron su facturación, excepto la dedicada a la venta al por menor, que se redujo en un 2%, y la de vinos y bebidas espirituosas, que se mantuvo estable.
Así, la cifra de negocio de la división de moda y marroquinería del dueño de marcas como Moët & Chandon, Loewe, Louis Vuitton, Marc Jacobs, Christian Dior, Sephora, Bulgari o TAG Heuer, creció un 25%, la de perfumes y cosméticos un 8%, y la de relojes y joyas lo hizo un 9%.