Para la editorial esta resolución «cuestiona un mecanismo que en todo momento ha sido público y transparente y del que era conocedora la propia CNMC». Por ello, SM «disiente y rechaza rotundamente» esta decisión que considera «arbitraria y no fundamentada».
«En dicha resolución se cuestiona un Código de Conducta, al que libremente se han adherido la práctica totalidad de las editoriales de libros de texto, que ha sido público y transparente en todo momento y del que era conocedora la CNMC», ha señalado SM en un comunicado.
En este contexto, ha destacado que el fin inspirador del marco de buenas prácticas comerciales «es el de garantizar la libertad de cátedra de los docentes y la elección de los libros por su valor pedagógico».
«De este Código de Conducta existen equivalentes en otros sectores y países; y en gran medida está fundamentado en recomendaciones del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIEPE) de la UNESCO», ha explicado la editorial.