La canciller alemana, Angela Merkel, defendió hoy de nuevo el pacto de gobierno alcanzado con el Partido Socialdemócrata (SPD) y, ante las reticencias a que esa formación asuma el Ministerio de Finanzas, garantizó que se vigilará para evitar que el país adquiera nuevas deudas. «El déficit cero y ninguna nueva deuda es una seña de identidad de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y seguirá siéndolo», manifestó Merkel en la tradición cita de su partido en el Miércoles de Ceniza.
La cesión al SPD de la cartera de Finanzas, que dirigió durante dos legislaturas Wolfgang Schäuble, es uno de los puntos más criticados en las filas conservadoras y Merkel reconoció que los responsables de presupuestos de la CDU deberán tener más cuidado en el futuro para evitar que se asuman nuevas deudas que lastren a las futuras generaciones. «No debemos vivir por encima de nuestras posibilidades», subrayó.
Merkel, quien recordó a sus compañeros que el país nunca había llegado a estas fechas después de unas elecciones sin un gobierno, subrayó que no es el momento de querer lo imposible, sino de actuar «con sentido común e inteligencia». Es el momento de preguntarse «qué puedo hacer yo por este país», afirmó, convencida de que lo que quieren los ciudadanos es «que haya un gobierno estable» que se ocupe de los problemas.
Merkel se mostró «orgullosa» de los acuerdos logrados por la CDU en el pacto de gran coalición y recordó que no se subirán impuestos a los pequeños empresarios, se recuperará el Ministerio de Economía, responsable de la política empresarial y de comercio, y se mantendrá el control sobre las inversiones en áreas clave como vivienda, desarrollo digital o investigación.
Su objetivo es que Alemania sea un país en el que la gente viva bien y que, además, sea «un buen socio en Europa». Ello exige, a su juicio, trabajar por un euro estable y por la competitividad de la UE, pero no defender la mutualización de la deuda o criticar el Pacto de estabilidad y crecimiento.
Merkel insistió en la necesidad de que el Gobierno trabaje para que un país -que calificó de «maravilloso»- avance y no se quede parado. «Estoy convencida de que podemos conseguirlo», manifestó recuperando la frase que utilizó en el momento álgido de la crisis de los refugiados y que después le reprocharon incluso desde sus propias filas.