En la jornada ‘La reforma fiscal que viene’, organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y PWC, el ministro de Hacienda ha desgranado “ las razones de fondo cómo la reforma tributaria puede contribuir a estimular el progreso del país”. «La reforma fiscal es una reforma estructural que se une a las que ya ha ido acometiendo el Gobierno», ha dicho el ministro. Montoro ha firmado que no renuncia «a un impuesto negativo sobre la renta. Como ya hicimos en su momento”. Es decir a nuevas desgravaciones en el IRPF.
El titular de Hacienda ha puesto como ejemplo los beneficios fiscales implantados para las mujeres que regresaban al trabajo después de ser madres y se veían beneficiadas de un impuesto negativo (la devolución de hasta 1.200 euros anuales en su declaración). “Estamos en disposición de repetir esto”, ha dicho el ministro, asegurando que «no renunciaba a implantar un impuesto nuevo en negativo».
Sin embargo, el ministro no ha concretado de qué impuesto se trataría y a qué estaría enfocado. De hecho, afirma no haber visto ningún borrador de la reforma fiscal todavía: “Todavía no he visto el primer borrador de la reforma fiscal. Cuando yo veo un borrador es que ya está muy maduro”.
Además, adelantó, como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que bajará el tipo nominal del Impuesto de Sociedades para que se acerque a niveles «más realistas y acordes» y para mejorar la capacidad de competir del país.
Actualmente, el tipo nominal del Impuesto de Sociedades se sitúa en el 30% para las grandes empresas y en el 25% para las pymes. En el informe de los expertos, el equipo presidio por Manuel Lagares proponía unificar ambos tipos en un 25% en una primera fase para bajar ese tipo único al 20% en una segunda fase.
Los fines a los que aspira la reforma tributaria, según Montoro son:
-Servir a la competitividad de la economía. «No nos podemos desviar de la senda que hemos abierto en términos de competitividad. Sería absurdo querer crecer pidiendo más recursos al resto del mundo. También hay que seguir estimulando desapalancamiento de familias y empresas», ha afirmado.
-Prolongar la devaluación fiscal, abaratando costes del factor trabajo para poder a crear empleo. De ahí las medidas como ‘la tarifa plana’ de 100 euros, la tarifa plana de autónomos en la ley de emprendedores… «Ya estamos emprendiendo ésta senda», ha asegurado.
-La subida del IVA ya está hecha. “Me dolió personalmente tener que ser el ministro de mi país que subió el IVA, pero ya está hecho y ahora el IVA esta recaudando Está sirviendo al gran fin de financiar público y reducción del déficit y está viniendode la Pequeña y Mediana Empresa. La subida ya está hecha y está siendo eficaz ahora. Está dando sus mejores frutos ahora», ha afirmado.
-Seguiremos con la reducción de la fiscalidad sobre el trabajo. «Intentar que las rentas del trabajo tengan una menor carga tributaria. Hay que hacerlo en términos de equidad para que ese gran impuesto sirva a otros de los principios tributarios elementales de la Hacienda Pública, tanto horizontal como vertical».
-Fiscalidad sobre el ahorro. «En el IRPF abordaremos una fiscalidad sobre el ahorro. Algo fundamental, vamos a favorecer la formación de ahorro, no discriminando el tratamiento pero fomentando lo que es el ahorro a largo plazo».
SE MANTENDRÁ LA DEDUCCIÓN DE I+D
Sobre la eliminación de deducciones que proponen los expertos, Montoro ha asegurado que se mantendrá la deducción de I+D por ser una materia «fundamental» para España. Sin embargo, ha admitido que eliminarán otros incentivos que él mismo introdujo en su anterior etapa como ministro.
En cambio, ha insistido en que no se tocará el IVA porque es un impuesto que ya se subió en septiembre de 2012. «Me dolió personalmente tener que ser el ministro que subió el IVA», ha reconocido Montoro, tras asegurar que ahora este impuesto está recaudando bien.
En cualquier caso, ha asegurado que la reforma fiscal será una nueva reforma «estructural» que se unirá a las otras reformas «de fondo» que se han hecho ya en España, como la laboral, que ha modernizado las relaciones laborales del país, o la reforma bancaria.
BAJAR COTIZACIONES
La reforma, tal y como ha explicado, debería servir para mejorar la competitividad de la economía española, por lo que ahondará en la devaluación fiscal. De hecho, Montoro ha asegurado que un país con unas cotizaciones sociales tan elevadas tiene que aspirar a reducirlas asegurando la correcta financiación del sistema de cohesión social.
«Con mucha moderación y equilibrio, la intención del Gobierno es reducirlas, aunque sea de manera fraccionada o parcial», ha indicado tras asegurar que por ese motivo el Gobierno ha completado ya la separación de fuentes de la Seguridad Social.
Preguntado por el escenario macroeconómico que baraja el Gobierno para acometer esta reforma fiscal, Montoro ha recordado que este mes se revisarán las previsiones, aunque el Ejecutivo ya ha dicho que espera un crecimiento del PIB de «al menos un 1%» para este año