En comunicado, la entidad ha demandado a las distintas administraciones implicadas que tomen cartas en un asunto que genera cada vez más problemas no solo a las empresas sino también a trabajadores, residentes y turistas. «La actuación de los ayuntamientos –añadió– para acabar con la venta callejera y otras actividades irregulares es claramente insuficiente».
Además, hizo especial hincapié en que numerosos empresarios han advertido de que dichas actividades han crecido al ritmo que lo hace la población y la llegada de turistas.
Para el CEST la venta de falsificaciones, el fraude en la contratación de viviendas vacacionales o infracciones administrativas como, entre otras muchas, la venta de frutas, las trenzas o los masajes no autorizados en las playas y otros espacios constituyen un problema «cada vez más grave» para los municipios turísticos.
«La falta de control y la baja calidad de los servicios que se prestan, sin garantía legal o sanitaria de ningún tipo, están desprestigiando al Sur de la isla como destino de calidad», ha aseverado el CEST, que señala que el incremento de quejas o denuncias por lesiones generadas por masajes, trenzas o a raíz de los problemas causados por la mala calidad de los productos adquiridos ponen de relieve que las administraciones «no pueden continuar con una muy insuficiente atención y actuación en este terreno».