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Las rebajas son un momento muy indicado para realizar esas compras necesarias cada año: renovar el armario, adquirir ese pequeño electrodoméstico que falta en casa o incluso cambiar de móvil por un modelo más actualizado.
La bajada de precios generalizada de los comercios es una oportunidad, pero también un riesgo. Y es que muchas personas no saben contenerse y acaban gastando más de la cuenta en productos que no necesitan; algo que al final se traduce en un descenso importante en los ahorros.
Evita comprar compulsivamente: este es el primer consejo que se debe dar prácticamente a cualquier persona que decide ir al centro de las ciudades o a un espacio comercial «a las rebajas». Para ello, existen una serie de recomendaciones que invitan a comprar de una manera responsable para aprovechar verdaderamente las ofertas.
Planifica la compra
Evidentemente, el primer consejo pasa por saber qué se va a ir a comprar. Como ocurre cuando se llena la cesta de la compra, al acudir a las rebajas es recomendable hacer una lista previa con las cosas que se necesitan. De este modo, harás que echar al carro cosas innecesarias se haga más difícil porque focalizarás la actividad hacia lo necesario.
No te dejes llevar por las emociones
Muy en relación con este primer consejo está el de no dejarse llevar por las emociones. Esto es algo más complejo de controlar, pero algunas preguntas pueden ayudar a percibir lo innecesario de la compra: ¿cuántas veces lo voy a usar al año? ¿No tengo algún elemento que ya cumpla esta función o similar en casa? ¿La relación calidad/precio es acertada?
No vayas solo
Una de las mejores recomendaciones cuando se tiende a comprar de manera compulsiva en los periodos de rebajas es ir acompañado a los centros comerciales. Una tercera persona que conozca el problema puede tomar el rol de “conciencia” y aconsejar sobre qué compras parecen sensatas y cuáles se van un poco hacia el lado más emocional.
Limita tu monedero
Al igual que planificar la compra, puedes limitar tu monedero con una cantidad concreta para “caprichos” o necesidades inesperadas. Esto hay que hacerlo antes de salir de casa y ser muy firme con la decisión; de lo contrario, seguramente busques excusas para cambiar la cantidad ante algún capricho que no es verdaderamente necesario ni útil.
Valora el uso de la compra
Ya se ha apuntado hacia esta idea, pero conviene concretar más todavía. Cualquier objeto o prenda debe pasar el test del uso. Puede que una camisa sea preciosa, pero también que tenga un estampado con el que realmente no te atreverás a salir a la calle. ¿De verdad merece la pena gastar dinero para una prenda que va a ir directamente al armario? La misma lógica se puede usar para objetos tecnológicos, electrodomésticos, menaje de cocina, etc.
No compres a la primera
La regla de pensar dos veces en la compra es muy interesante. Para ello, coge lo que te haya apetecido, pero déjalo en el carro o en la cestita y termina de dar la vuelta a la tienda. O bien déjalo en el expositor y vuelve al finalizar todas las compras. En muchas ocasiones, las peores adquisiciones se hacen por impulsos momentáneos que desaparecen si se valora la compra dos veces.
Ve a comprar feliz
La tristeza, la ansiedad o cualquier otro sentimiento negativo pueden ser detonantes de compras compulsivas. Por eso, intenta acudir a los comercios en paz contigo misma y sin que nada te preocupe. Está demostrado que un estado emocional positivo se traduce en menos compras innecesarias.
Deja las tarjetas en casa
Acude a comprar con dinero físico. De esta manera, eliminarás la posibilidad de “tirar de tarjeta” e incluso sumar números al crédito que te ofrece tu banco. Las tarjetas de crédito y débito son malos aliados cuando se va a salir a comprar y no se sabe si se podrá mantener el control.
Apunta tus gastos
Apuntar los gastos a tiempo real en un papel que lleves siempre a la mano puede darte una idea clara de cuánto estás gastando. Ver esos números puede ser muy útil porque, ante el vértigo de las grandes cantidades, te apetecerá menos seguir adquiriendo cosas de manera descontrolada.
Limita el tiempo
Limitar el tiempo de compras hace que puedas pasear menos sin rumbo entre los comercios y, por tanto, te dé menos tiempo a pensar en cosas innecesarias y en comprar a través de impulsos.
Estos son los 10 consejos principales a la hora de hacer adquisiciones que verdaderamente no son necesarias. Evita comprar compulsivamente para sentirte mejor contigo mismo, ya que este tipo de comportamientos no solo afectan a la economía personal y familiar, sino que acaban por generar frustraciones, episodios de ansiedad y demás repercusiones negativas para el estado emocional de las personas.