No espere a que lo echen, que lo harán. Usted se merece una salida más digna aunque sea la de reconocer que no puede, que no da con la llave de este club. Mire, don Gregorio, nadie va a dudar de sus virtudes, más lo harán de las peculiaridades de este Atlético pero, si sigue usted empeñado en sacar tajada de este grupo, me temo que va salir escaldado y escocido.
Ya sabemos que la copa con los “pequeños” da sorpresas pero lo de hoy tiene tintes de tragedia. Manzano se empeña en dar oportunidades a jugadores perdidos para la causa como Salvio y Juan Fran, y aún habremos de dar gracias de que Perea no anduviera en los goles del Alba.
No se enfade, profesor, suya no es la culpa pero sí la estrategia que ha permitido que este equipo, con la mejor plantilla de los últimos años, haga el ridículo en uno de cada dos partidos.
No le hago responsable de la execrable política financiera y fichadora del club pero, no me niegue, que cobrando lo que cobra algo le va en el envite. Pues bien, con un segunda B ha tardado su equipo cuarenta minutos en tirar a puerta. El segundo lanzamiento con intención se ha hecho esperar hasta el cincuenta y así podríamos seguir hasta el infinito que usted convertirá en mala suerte, como acostumbra.