Duelo español entre dos equipos el que vivimos en al tarde del domingo en el que el Bayern de Guardiola recibía al Frankfurt de Joselu. El Bayern sigue acumulando victorias y ahora que el récord del Barça ha quedado finalizado tras 59 jornadas seguidas, el conjunto bávaro sigue simando y lleva 53. El equipo de Guardiola es el segundo equipo con más jornadas seguidas como líder.
Esta vez, la victoria fue contundente con una ‘manita’ sin paliativos ante el Frankfurt, que sigue muy cerca del descenso. Joselu jugó los 90 minutos, pero no pudo detener la sangría que sufrió su equipo, sobre todo en la segunda parte, en la que el dominio del Bayern fue aplastante. Fueron cinco goles de cinco jugadores diferentes. Götze, Ribéry, Robben, Dante y Mandzukic
Fue el único partido con españoles, ya que el Moenchengladbach no contó con Domínguez, que recién recuperado de su grave lesión tiene que empezar despacio. El ex defensor colchonero siguió el encuentro desde el banquillo.
BAYERN DE MÚNICH 5-0 EINTRACH DE FRANKFURT
Españoles en el partido: Thiago (Bayern de Múnich) y Joselu (Eintracht de Frankfurt)
Diez de diez. Así de contundente se está mostrando el Bayern Múnich en el Allianz Arena tras confirmar su décimo triunfo en casa. Una victoria contundente frente al Eintracht, quien sigue arrastrando unos números pobres en Múnich como visitante. Esta »manita» eleva a 45 partidos consecutivos de los muniqueses sin perder en Bundesliga. Un registro que parece no tener fin. Todo lo contrario que esta Bundesliga, cuya conclusión cada día es más evidente.
La inclusión de Franck Ribéry en el once y el regreso de Lahn a la posición de único mediocentro eran las primeras novedades que planteaba Pep Guardiola en el choque ante el Eintracht. Los bávaros respondían con un encuentro serio, sin fisuras, en el que las florituras quedaban apartadas para buscar el camino del gol. Y esa ruta era encontrada y perforada por Mario Götze, con un primoroso control, a pase de Mario Mandzukic, que concluía con una volea del alemán para batir a Trapp.
La tranquilidad de tener el marcador a favor proporcionaba un control exhaustivo sobre el rival, cerrado sobre su área y el cual se revolvía con rabia a base de acciones esporádicas -muchas de ellas lideradas por el español Joselu o por Barnetta-. Antes de que se acabara el primer tiempo, un cabezazo de Mandzukic rebotaba en un defensa contrario. El rechazo caía a las botas de Ribéry quien sentenciaba con un chut seco y raso pegado al palo corto -séptima diana para el galo-.
El monólogo acaparaba de nuevo el segundo acto con más dosis de circulación sobre el arco protegido por Trapp. El palo salvaba a las águilas del tercero de la tarde tras una asistencia monstruosa de Thiago a Götze y de nuevo la madera se interponía con una vaselina de Ribéry. El espectáculo se disfrazaba del color rojo de Bayern en un choque benévolo en el marcador para los visitantes.
Todo salía de cara, incluso los cambios desde el banquillo daban el mordiente necesario. El recién ingresado Robben dejaba su firma culminando una jugada coral. Acto seguido, un saque de esquina servía de anticipo para el estreno goleador de Dante en la temporada en una noche propicia para todo tipo de probaturas. Los minutos finales se movieron entre la lesión cancerbero del Eintracht y el castigo del croata Mandzukic al nuevo portero con un letal recorte de derecha a izquierda para finiquitar la cuenta y gran parte del torneo alemán.