Un turista estadounidense estaba paseándose por el Mercado de Los Encants de Barcelona cuando decidió pagar tres euros y medio por unos negativos. No sabía que podría descubrir. Pero la curiosidad le incentivó a sacar del bolsillo el dinero.
A su vuelta, relevó el carrete y encontró un auténtico tesoro. Imágenes creadas por un fotógrafo talentoso y a la altura de los más destacados de la época. Fotos que recogen acciones, escenas cotidianas de la ciudad condal en los años 50.
Tom Sponheim, el turista que compró los negativos, desde entonces intenta descubrir quién fue el artista. “Hoy relevé una nueva foto entre los negativos”. Esta frase, publicada en Facebook, tiene cientos de ‘me gustas’ y comentarios. Los barceloneses intentan ayudar al propietario con pistas de los lugares de las imágenes.
Esta maravillosa historia de enigma se conoce once años después de la compra. Cuando Sponheim abrió la citada página en Facebook, empezó a adquirir relevancia entre los ciudadanos y expertos, y la historia salta a los medios. Él pide ayuda para buscar al artista, que aún no se conoce quién es.
El caso del fotógrafo misterioso recuerda al de Vivian Maier, la niñera que fotografiaba sin descanso. Una mujer que disparaba sin, aparentemente, interesarle el resultado final de sus fotos. Maier nunca ejerció como fotógrafa pero sí viajó con su cámara a Egipto, Chicago, Bangkok, Tailandia, Taiwán, Vietnam, Francia, Itialia, Indonesia para recoger verdaderas joyas en forma de instantáneas. Su obra fue adquirida en una subasta por John Maloof. Este compró un archivo de fotografías y descubrió la fortuna. La autora nunca fue reconocida, pero ahora su obra de arte es admirada por todo el mundo. Esperemos que haya suerte y el misterio del fotógrafo de las escenas costumbristas catalanas se desvele y que el autor pueda disfrutar de su éxito.
En las imágenes hay jóvenes, ancianos, niños, deportistas, pescadores, sacerdotes… En primer plano se observan miradas perdidas, reflejos de sonrisas, sombras en días de niebla, clases pudientes, mendigos. “Lo importante para mí es hacer regresar estas fotografías a la familia”, ha declarado Tom a RTVE. “Es un pedazo de historia que pudo haberse perdido”, recalca el propietario de las imágenes.
La investigación de Tom es la búsqueda ya de muchos. Unos dicen que creen ver a Lluís Companys en una imagen, el parque Güell en otras, a la Carrer Sant Ramon, a las Hijas de San Vicente de Paul, a la Pensión del Pilar en la ahora Nou de la Rambla, a la fuente de Canaletas, la escuela La Magrina…
Las fotografías son un reflejo de la sociedad barcelonesa del aquellos años. No hay más pistas. Ni más datos. Todavía ningún protagonista retratado ha podido revelar quién se encontraba al otro lado de la cámara (aunque la mayoría ya no viven).
Por el momento, Sponheim comparte con todos, desde su página, la belleza poética de cada fotografía.