Wihelm Conrad Röntgen, un profesor de la Universidad de Wurzburgo, haciendo experimentos con los tubos catódicos para demostrar la existencia de ondas y confirmar así la teoría alemana, descubrió por casualidad lor rayos X.
Descubrimiento por sorpresa
Había recubierto un rubo catódico con cartón negro y trataba de ver si, tal como decía Lenard, ciertas ondas salían del tubo. Muy cerca tenía una pantalla fluorescente con el fin de comprobarlo y se sorprendió al ver el esqueleto de su mano proyectado sobre la pantalla fluorescente al llevar a cabo el experimento.
Los rayos catódicos son ondas
Reemplazó entonces la pantalla fluorescente por una placa fotográfica, obteniendo la primera radiografía: los huesos de su dedo en claro sobre fondo negro. Röntgen se preguntó acerca de los misteriosos rayos que penetran la materia, pero que se detienen ante los huesos. Acababa de descubrir que los rayos catódicos son ondas, lo que confirmaba las teorías de los científicos alemanas. Hasta entonces, se creía que Jean Perrin y Joseph John Thomson habían demostrado que los rayos catódicos estaban formados por partículas, y Röntgen demostró que en ellos también hay presentes ondas.
X, el factor desconocido
En 1896 publicó su trabajo y llamó rayos X (X es el factor desconocido por excelencia en álgebra). Por ello obtendría el Premio Nobel de Física en 1902, aunque la naturaleza de los rayos X no se hab´ria de conocer hasta 16 años mas tarde, gracias al trabajo de Max von Laue en Múnich.
El descubrimiento de Röntgen el 8 de noviembre de 1895 despertó enseguida un enerme interés en toda EUropa, sobre todo entre los médicos.
Los rayos X dañan los espermatozoides
La emisión de rayos X genera radioactividad suficiente como para afectar negativamente a la producción de espermatozoides en casos de sobreexposición de los mismos. De ahí que los radiólogos se protejan con unos delantels forrados de plomo o bien detrás de los muros en cabinas aisladas cuando tiene que manupularlos.