Contiene las instrucciones genéticas que se usan en el funcionamiento de los organismos vivos que se encuentran en nuestro cuerpo. Y su papel principal es almacenar la información a largo plazo.
Teniendo todo esto en cuenta, varios investigadores del Instituto Europeo de Bioinformática (IEB), que tiene su base en Cambridge, decidieron comprobar si era posible almacenar otro tipo de información en el ADN.
Así pués descubrieron que este polinucleótido podría ser una especie de disco duro natural, capaz de almacenar texto, imágenes y vídeos de gran capacidad durante miles de años y además ahorrarnos grandes cantidades de dinero.
Para realizar esta investigación, los científicos utilizaron diversos archivos en diferentes formatos, y como si se tratara de un USB los almacenaron para comprobar si posteriormente se podían reproducir en un ordenador normal.
Se codificaron a ADN archivos de texto de sonetos completos de Shakespeare; Un audio en mp3 del discruso de Martin Luther King que lleva como nombre »Tengo un sueño»; una imagen en jpg de la sede del IEB en Hinxton, un artículo científico sobre la descripción de la doble hélice de ADN en formato Pdf y un archivo donde se explicaba el método que se había seguido para la codificación del ADN.
Para comprobar que esta información se había almacenado con éxito, los archivos se enviaron a un laboratorio de California donde toda esa información se codificó de sus distintos formatos a moléculas de ADN y se enviaron de nuevo a europa por Correo.
Allí los investigadores del IEB recibieron la información del ADN y la volvieron a introducir en el ordenador, donde la pudieron decodificar sin errores, demostrando que el experimento había terminado con éxito.